El líder del PP de Mallorca, Llorenç Galmés, ha sido elegido este sábado nuevo presidente del Consell de la isla gracias a su pacto con Vox para formar un gobierno de coalición.

En el pleno de constitución del Consell para la nueva legislatura, el PP ha sumado los votos de sus 13 consellers a los 5 de Vox para escoger presidente por mayoría absoluta a Galmés, frente a los 9 votos contrarios del PSOE, 4 de Més per Mallorca y 2 de El Pi.

Al acto de investidura han asistido, entre otras autoridades, la nueva presidenta del Govern y líder autonómica del PP, Marga Prohens, y el presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, además del alcalde de Palma, Jaime Martínez, y la delegada del Gobierno, Aina Calvo.

En el discurso con el que ha solicitado la confianza de la corporación, Galmés ha asegurado que la victoria en las elecciones del 28 de mayo de su partido, que junto con Vox sumó casi la mitad de los votos, constituye "un mensaje contundente" de cambio tras ocho años de gobiernos de coalición de la izquierda.

Galmés ha prometido "un cambio en las políticas, pero también en las formas, en la manera de hacer política, que sea más amable, más eficiente, más transparente, dejando de lado el intervencionismo y, sobre todo, con más libertad".

Escuchará "a todo el mundo, todos los colectivos, todas las entidades, todos los agentes sociales", pasando de "la propaganda vacía a la gestión" y desarrollando un programa de gobierno pactado con Vox, de acuerdo con la voluntad de los votantes, ha enfatizado.

Entre sus prioridades, ha destacado, está la defensa del medio ambiente, la reducción de la burocracia, la protección de los vulnerables, el rechazo de los "discursos machistas" y la preservación de la cultura propia.

"No se da ni un paso atrás con los derechos de los ciudadanos, pese al miedo y el alarmismo que algunos extienden interesadamente", ha subrayado el dirigente popular en respuesta a las críticas a la extrema derecha.

Galmés apostará, ha dicho, por convertir al Consell en un "ayuntamiento de ayuntamientos" que deje de ser "la sombra" del Govern autonómico.

Ha subrayado que en los primeros cien días de gobierno encargará una auditoría del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) "para saber exactamente qué ha fallado" para que se produjeran casos de explotación de menores tuteladas por este organismo.

Ha prometido acabar "de una vez por todas con los ataques y la persecución política" a los cazadores, recuperar la bolsa de plazas turísticas, defender el alquiler vacacional y duplicar los fondos para el plan de obras y servicios en los pueblos.

La antecesora del nuevo presidente, la socialista Catalina Cladera, ha prometido al nuevo presidente "un traslado limpio y transparente", le ha asegurado que recibe una Mallorca más justa y próspera, con más empleo y cohesión social, y ha alertado sobre los peligros de incluir a la extrema derecha en el gobierno insular.

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Para la dirigente socialista, Galmés cambia "dignidad por sillas" y se pone en manos de negacionistas del cambio climático y la violencia machista, que priman el castellano sobre "la lengua catalana propia de Mallorca", el transporte privado sobre el público, y promueven "una sociedad desigual y clasista".