Vuelve a ver la Santa Misa presidida por el Papa Francisco con motivo de la III Jornada de la Palabra de Dios

El Papa ha resaltado la importancia de las Sagradas Escrituras y ha conferido por primera vez el Ministerio del Lectorado y del Acolitado a varios hombres y mujeres

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Ya puedes volver a ver la Santa Misa presidida por el Papa Francisco este domingo, 23 de enero, con motivo de la III Jornada de la Palabra de Dios, instituida por el Santo Padre en septiembre de 2019. Una Misa celebrada en la Basílica de San Pedro del Vaticano, y que ha retransmitdo TRECE. Durante la ceremonia, se ha resaltado la importancia de las Sagradas Escrituras en la vida de los fieles, porque Dios camina con nosotros y está presente a través de la Palabra.

Con ese objetivo de incidir en la responsabilidad que tienen los católicos en conocer la Sagrada Escritura y de mantenerla viva, Francisco ha entregado a los asistentes un libro con comentarios de los Padres de la Iglesia. Además, por primera vez y durante la ceremonia, ha conferido por primera vez el Ministerio del Lectorado y del Acolitado a varios hombres y mujeres.

Los nuevos lectores -dos hombres y seis mujeres- y catequistas -cinco hombres y tres mujeres-, llegados de varias partes del mundo como Perú o Brasil, se sentaron frente al altar papal y fueron llamados por su nombre para recibir el mandato. Entre ellas se encontraba la española Rosa María Abad León.

En su homilía, el Papa Francisco explicó que Dios "no es un tirano que se encierra en el Cielo, sino un Padre que sigue nuestros pasos.No es un dios neutral e indiferente, sino el Espíritu amante del hombre, que nos defiende, nos aconseja, toma partido a nuestro favor, se involucra y se compromete con nuestro dolor", afirmó.

Francisco abogó por "unir el culto a Dios y el cuidado del hombre" porque las Escrituras no sirven, dijo, para "mimarnos en una espiritualidad angélica" sino "para salir al encuentro de los demás y acercarnos a sus heridas".


En este sentido recordó el fenómeno migratorio del Mediterráneo: "Cuánto dolor sentimos al ver a nuestros hermanos y hermanas morir en el mar porque no les permiten desembarcar. Y esto, ¡algunos en nombre de Dios!", lamentó.

El Sucesor de Pedro ha remarcado que Jesús “ha venido para liberar a los pobres y oprimidos. De este modo, precisamente por medio de las Escrituras, nos revela el rostro de Dios como el de Aquel que se hace cargo de nuestra pobreza y le preocupa nuestro destino. No es un tirano que se encierra en el cielo, sino un Padre que sigue nuestros pasos. No es un frío observador indiferente e imperturbable, sino Dios con nosotros, que se apasiona con nuestra vida y se identifica hasta llorar nuestras mismas lágrimas. No es un dios neutral e indiferente, sino el Espíritu amante del hombre, que nos defiende, nos aconseja, toma partido a nuestro favor, se involucra y se compromete con nuestro dolor”, ha expresado.

Asimismo, se ha preguntado si realmente nuestra fe genera esperanza y alegría o “está determinada por el miedo”. Como respuesta, recuerda Francisco que Jesús nos indica de dónde debemos partir: de la Palabra.


“Ella, contándonos la historia del amor que Dios tiene por nosotros, nos libera de los miedos y de los conceptos erróneos sobre Él, que apagan la alegría de la fe. La Palabra derriba los falsos ídolos, desenmascara nuestras proyecciones, destruye las representaciones demasiado humanas de Dios y nos muestra su rostro verdadero, su misericordia. La Palabra de Dios nutre y renueva la fe, ¡volvamos a ponerla en el centro de la oración y de la vida espiritual!”, proclama.


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