Las necesidades económicas derivadas de la crisis del covid, urgentes necesidades económicas, y la salida de un personaje que actuaba de forma unilateral de la Casa Blanca, de Donald Trump, han hecho posible ese acuerdo del G-7. Los grandes gigantes, sobre todo tecnológicos como Google, Amazon, Facebook, tendrán que pagar por sus beneficios.

Ingreso de sociedades que gravará el 15 por ciento de sus beneficios en los países en los que operen. Era una cuestión de justicia, inédita, que tendrá que confirmarse en otros foros como en la Cumbre de Cornualles del G-7 o la OCDE. En principio sienta una nueva fiscalidad en el mundo. Si los negocios son globales, los impuestos tendrán que ser globales.

Cuestión de justicia que obligará a revistar los sistemas fiscales en todo el mundo. sin ir más lejos en España. No podrá haber una doble imposición por lo que, en principio, la tasa Google con la que el Gobierno de Pedro Sánchez pretendía recaudar en torno a 800 mil millones de euros tendrá que decaer porque no podrá haber esa doble imposición. Obliga también a revisar con criterio de justicia los impuestos que pagan otras empresas por sus beneficios. ¿Tiene sentido que en España pequeñas empresas, algunas de una sola persona, paguen el 25 o el 30 por ciento de ingresos cuando a un gigante mundial se le obliga a pagar el 15? Ese debate es el próximo.