Sería un error pensar que toda España es como Madrid pero sería un error desdeñar los resultados de las elecciones autonómicas a escala nacional. No son simplemente unos comicios locales y menos en los tiempos que vivimos.

Sería bueno que en La Moncloa tomaran nota de lo que ha ocurrido. Los ciudadanos han castigado una gestión paternalista por parte del Gobierno Central, que ha limitado hasta el extremo libertades personales y profesionales con la excusa o con el argumento de protegernos de un virus.

Los ciudadanos han castigado también esas polémicas, infladas, artificiales, oportunistas también, montadas a raíz de unas cartas con amenazas que hay que tomarse en serio, o de navajas ampliadas a tamaño mural para enseñarlas en la tele.

Lo que han votado los ciudadanos, lo que han votado las clases medias. Madrid es una ciudad y comunidad con amplias capas de clases medias y trabajadoras. Han votado la política sin complejos, la libertad para gestionar sus proyectos vitales y profesionales y también el reírse un poco de las polémicas absurdas como la de los tabernarios.