La Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha llegado a la conclusión de que o más recomendable para las personas que han recibido la primera dosis de AstraZeneca se pongan la segunda de la misma marca, para que con la pauta completa pueda surgir todo su efecto. Pero hay riesgos secundarios. Al Gobierno de España le da miedo y el Gobierno de España le encarga un estudio al Instituto Carlos III. No un estudio sobre la pauta completa de AstraZeneca sino un estudio con 400 casos sobre la mesa en el que dice "mire a ver usted qué ocurre a quienes han recibido la primera de AZ, les pongo la segunda de Pfizer".

Dicen que es más efectiva y ahí llega el dilema de Sanidad. ¿Qué hace? ¿Arriesgarse a cambiar la pauta con Pfizer? ¿O poner la completa de AstraZeneca cumpliendo con el prospecto de la empresa farmacéutica? Pues lo deja en manos de los ciudadanos. Póngase usted Pfizer, que es lo que yo le recomiendo, y si no firme que si le pasa algo es cosa suya.

Esa es la decisión que ha tomado Sanidad. Dejar la responsabilidad en manos de los ciudadanos porque tienen miedo de escándalos y de demandas. Entonces, ¿para qué necesitamos autoridades sanitarias si al final tenemos que decidir nosotros sobre cuestiones ajenas a nuestros conocimientos?