Seguimos instalados en el año que vivimos peligrosamente por culpa del virus, no solo en España, sino también en el resto del mundo. uno de los riesgos más graves que corremos es que haya una marcha atrás, que vuelvan los confinamientos y eso sea letal para los intereses no solamente de las personas físicas porque puedan ser afectadas por el virus, por el contagio y por su salud, sino también para la economía. Porque ahora lo que trata de evitarse en la medida de lo posible es que haya una marcha atrás con el fin de que la economía se vaya reactivando de manera constante, aunque lenta, pero constante y permanentemente.

Digo esto porque evidentemente ahora mismo tendremos que conciliar la situación que nos provoca este virus, de seguir conviviendo con él y con las precauciones y medidas correspondientes de seguridad, y a la vez luchando contra la crisis económica que estamos ya visualizando.

Ya se ha dicho que la economía española va a caer este año sobre el 15%, entre el 12% y el 15%, una barbaridad. Eso significa que muchas personas se irán al paro. Por eso es muy importante que a partir de ahora el Gobierno aleje cualquier tentación populista e ideológica y apueste por la ortodoxia más exigente y también más necesaria para hacer frente a esta situación.

¿Cómo? Bueno, pues salvaguardando a las empresas por encima de todo. Son las empresas las que creen empleo. Para ello es importante que se mantengan las líneas de crédito con el fin de que las empresas, en la vida imposible, no quiebren y mantengan su actividad y que poco a poco vayan incorporando a esos trabajadores que continúan en los ERTEs.

Los ERTEs hay también que mantenernos, los expediente de regulación temporal de empleo, para que esos trabajos no se vayan al paro directamente y en cuanto sus empresas puedan recuperar oxígeno vuelvan de nuevo a sus puestos de trabajo.

Y, por supuesto, debe de medirse muy bien qué hacer desde el punto de vista de las ayudas que vamos a recibir de Europa, todos los fondos que lleguen, cómo se van a distribuir y en qué se van a emplear. Vendrán con condiciones lógicamente.

Pero insisto, es muy importante que él se rechacen los criterios ideológicos, las tentaciones populistas y se apueste por la ortodoxia. Y vamos a ver qué pasa. Hay un reto, que el presidente del Gobierno ya ha sugerido la posibilidad y la necesidad de que se tengan que subir los impuestos, etcétera.

Una subida de impuestos masiva sería muy contraproducente para los intereses económicos en general de los ciudadanos, de los bolsillos, pero también para los intereses de toda España el sentido de que las inversiones se retraerían y la actividad económica estaría aún pendiente de una situación que no sería la más indicada para reactivarse y motivarse. Veremos.