Miren ustedes. Augurar lo que puede pasar una vez sean constituidas las nuevas Cortes salidas de las elecciones del pasado día 10 de noviembre, la constitución del nuevo Parlamento, y si vamos a ver investidura o no de Pedro Sánchez… Dirimirlo ahora es casi como acertar el número del Gordo del día 22 de diciembre. No sé, parece imposible.

A quienes creen que esto está hecho y que va a haber un Gobierno de Sánchez con Podemos, apoyado, entre otros, por los separatistas de Esquerra, Bildu, el Partido Nacionalista Vasco, etcétera, etcétera. Hay que decirles que las cosas, aparentemente, no transitan de forma tan fácil y sencilla como aparentemente se quiere ver. ¿Por qué? En las últimas horas hemos visto detalles que realmente no es que hagan imposible ese acuerdo (que a lo mejor se puede producir), pero realmente lo van a obstaculizar bastante.

En cualquier caso, si surgiera sería la consecuencia de una situación provisional para que tengamos un Gobierno provisional y para que vayamos a las elecciones, en cualquier caso, a la vuelta de Navidad. O sea, antes del verano del próximo año. Le decimos eso porque Esquerra Republicana está pidiendo cosas imposibles, como ustedes saben. Mañana se van a reunir socialistas y separatistas en el Congreso de los Diputados: PSOE y Esquerra Republicana.

Hoy, la vicepresidenta del Gobierno, con buen criterio, ha dicho: ‘Mire usted, nosotros vamos a hablar de todo, pero no podemos hablar del derecho de autodeterminación. ¿Por qué? Porque eso es anticonstitucional. Así de claro. Todo lo que esté en el marco de la Constitución podemos hablarlo’. ¿Qué pasa? Que nada de lo que pretende Esquerra, impulsada y también presionada por Torra y Puigdemont, de Juntos por Cataluña, está en el marco de la Constitución.

Lo que quieren es una amnistía para los dirigentes políticos separatistas que están encarcelados. Eso es anticonstitucional. Lo que quieren es el derecho de autodeterminación. Que es anticonstitucional. Y, además, también pretenden ese referéndum. Que, en última instancia, sería un referéndum, evidentemente, por la independencia.

O sea que, si partimos de esa premisa que ya la propia vicepresidenta del Gobierno ha aclarado, me da la impresión de que la reunión de mañana va a tener menos futuro que un caramelo a la puerta de un ‘cole’. Como se dice siempre popularmente. Pero Dios dirá. Aquí lo que vale un día, al día siguiente ya no vale. O lo que un día es gris, al día siguiente es blanco. O negro. Quién sabe.

Eso por un lado. Pero es que, además, tenemos al partido Unidas Podemos, socio previsible del señor Sánchez, que ya está votando en contra de lo que realmente el Gobierno defiende y pretende. Hoy mismo, en la Diputación Permanente del Congreso, los señores de Unidas Podemos se han abstenido en una convalidación de un Real Decreto para impedir la llamada ‘república digital catalana’. Mientras que Sánchez y el PSOE han obtenido el apoyo para impedirla. ¿De quién? Pues de los constitucionalistas. ¡Si es que no hay más salida, lo quiera o no lo quiera Sánchez! De Ciudadanos y del Partido Popular. Han votado en ese sentido.

Porque o el señor Sánchez se convence de que aquí puede formar Gobierno y, desde luego, apostar por una legislatura más o menos estable… Que es lo que están demandando los poderes económicos, fundamentalmente. Pero también la sociedad. Para evitar más conflicto, más confrontaciones. O explora esa vía con Ciudadanos y la posibilidad de que, desde fuera, el Partido Popular puede llegar a pactos de Estado o aquí nos tememos que no vamos a ningún sitio. Así que, con esos mimbres, a ver qué cesto construye Sánchez a partir de mañana. Ahí lo dejo.