Hoy ha pasado algo en Cataluña a propósito de la celebración del Día de la Guardia Civil, de la Virgen del Pilar. La víspera. En vísperas se ha celebrado el acto de celebración en un acuartelamiento de Cataluña. Ha pasado algo que viene a sugerirnos, y sobre todo a visualizar, el desencuentro que hay, evidente, entre la cúpula política de los Mossos de Escuadra, sus dirigentes, y la Guardia Civil. Han sido invitados esos dirigentes de los Mossos. La cúpula dirigente es aquella que nombró en su día el presidente de la Generalitat, lógicamente: el director político y el director policial, si me permiten la expresión. Son cargos de absoluta confianza del señor Torra.

Han ido a ese acto de celebración y, en un momento determinado, se han ido. Se han marchado desairados, enfadados, porque en los discursos que han dado tanto el Director General de la Guardia Civil como el General de Brigada responsable de la Guardia Civil en Cataluña han hecho alusiones, evidentemente, a la situación que se está viviendo en Cataluña respecto al procés. Y ellos se han ido un poquito ofendidos, digamos.

No debemos confundir el malestar político de la dirección política de los Mossos con el sentir mayoritario de los Mossos de Escuadra, que en su inmensa mayoría son constitucionalistas. En su inmensa mayoría, son servidores del orden público, al servicio de la legalidad y de la Constitución. Están para obedecer la ley y están para respetar las decisiones judiciales, y hacer que esas decisiones de los tribunales se respeten a su vez. Por eso, es muy importante discernir el grano de la paja: lo que digan sus dirigentes políticos son políticos al fin y al cabo, pero la inmensa mayoría de los Mossos no están en esa deriva secesionista ni mucho menos. Y eso debemos tenerlo en cuenta.

En cualquier caso, todo esto nos viene a sugerir que la situación es bastante tensa y bastante complicada de cara a conocer, en los próximos días, esa sentencia del procés. La sentencia del Tribunal Supremo. Hoy mismo, Torra insistía en que hay que responder a la misma. Da por hecho que va a ser una sentencia condenatoria, evidentemente, tanto en la calle como en el Parlamento catalán. Está sugiriendo que la gente se mueva, se movilice, y haya algaradas. Es evidente. Ahí están los guardias civiles, los policías nacionales (que han sido enviados del resto de España) y la mayoría también de los Mossos, que van a estar, sin duda alguna, al servicio de la legalidad. Y si no, al tiempo. Ya lo verán ustedes.