Sánchez ha presentado hoy sus 110 medidas de gobierno para la próxima legislatura si continua en la Moncloa. Un programa de gobierno muy ideológico que en lo social está centrado en la matraca de la memoria histórica ,calificada por Sánchez como una prioridad hasta el punto de elevarla a política de Estado. El impulso en la próxima legislatura a las políticas de reparación de las victimas de la Guerra Civil y del franquismo denota un ramalazo populista de Sánchez y del PSOE, obsesionado por aprobar medidas de confrontación y de ingeniería social para forjar nuevos modelos antropológicos con los que pretende disolver el significado de la familia (Sánchez se ha apuntado al palabro “Monomarental” en sustitución de “Monoparental”) reconociendo el mismo valor social a cualquier tipo de convivencia.

Preocupante es también el programa económico que se singulariza por el gasto a todo tren, el aumento del déficit publico y de los impuestos a empresas y particulares con la excusa de aprobar políticas sociales. Medidas que cuando pueden pagarse son loables y todos las apoyamos, pero que al ser muy cuestionables económicamente hablando porque no está claro como se financian y como se sostienen, devienen en muchos casos en antisociales desde el momento en que consiguen el efecto contrario que persiguen: deterioran la economía y aumentan el paro.

Un programa muy electoralista en línea con los actuales viernes electoralistas del Consejo de Ministros que contrasta con el programa también electoralista de Pablo Casado pero con la diferencia sustancial de que mientras Sanchez nos quiere crujir a impuestos a ciudadanos y empresas, el líder del PP promete todo lo contrario, bajada de impuestos en general, para dinamizar la economía e incrementar el empleo. El 28 de abril los ciudadanos tenemos la posibilidad de apoyar uno u otro modelo económico.