Había interés por conocer esta mañana el desenlace de la composición de la mesa del Parlamento navarro por la influencia que puede tener todo lo que está pasando en esa comunidad en la futura investidura de Pedro Sánchez. Al final el Partido Socialista Navarro ha optado por entregar la presidencia del nuevo parlamento a los nacionalistas de Geroa Bai permitiendo a su vez la entrada de Bildu en la mesa.

Un acuerdo de los socialistas con los nacionalistas que abre la puerta de la presidencia de Navarra a la dirigente del PSN María Chivite a pesar de obtener casi la mitad de escaños que la formación constitucionalista que ganó las elecciones, Navarra Suma. Es evidente que los socialistas navarros han preferido pactar con el nacionalismo antes que con los constitucionalistas.

La presidenta del PP navarro Ana Beltrán ha calificado lo ocurrido hoy como una traición de los socialistas a Navarra mientras la portavoz de Ciudadanos Inés Arrimadas, presente también en la cámara, ha responsabilizado directamente a Pedro Sánchez de lo ocurrido. En los próximos días sabremos definitivamente si lo de hoy ha sido efectivamente la antesala de la investidura de la socialista Chivite con la abstención de los amigos de Otegui, o sea Bildu. Si eso ocurre, y es lo más probable, Sánchez no contaría con la abstención de los dos diputados de UPN en el congreso que serían imprescindibles para ser investido sin necesitar a los independentistas de Esquerra.

Esa es una variable, la abstención de los dos diputados de UPN, que se ha venido manejando para evitar que Sánchez negociara su investidura con los separatistas. Todavía está a tiempo, si convence a Chivite se impone a su partido en esa comunidad. El PSN solo tendría que abstenerse para facilitar que Javier Esparza de Navarra Suma sea el nuevo presidente de la comunidad foral, pero tras lo ocurrido hoy en el Parlamento, es muy difícil que esa opción pueda darse.

De momento los hechos le dan la razón a Arrimadas cuando afirma que los socialistas no tienen remedio y siempre que pueden pactan con nacionalistas y separatistas antes que con los constitucionalistas.