La oración del día: Virgen de Lourdes

Desde que en la localidad francesa de Lourdes se apareciera la Virgen en 1858, se ha convertido en uno de los centros marianos más importantes de peregrinación

Tiempo de lectura: 2’

Este viernes, 11 de febrero, la Iglesia Universal celebra el día de la Virgen de Lourdes,una de las advocaciones de la madre de Jesucristo a la que más milagros se le atribuyen. Fue tal día como hoy del año 1858 cuando la Reina del Cielo se apareció en un pequeño pueblecito francés –Lourdes-a una niña llamada Bernardette Subirous, que con el tiempo, en su camino de perfección, alcanzó la santidad.

La propia joven, escribió más tarde en una carta cómo un día iba con otras dos niñas a recoger leña a la orilla del río Gave. Entonces, oyó un ruido y al volver la mirada vio a una Señora vestida de blanco, con un cinturón azul celeste, y dos rosas amarillas encima de cada uno de los pies. Después de hacer la señal de la Cruz, ella empezó a rezar el Rosario, mientras la Virgen desgranaba las cuentas, desapareciendo después.

Tras varias apariciones, pidió a Bernardette que le construyeran allí una capilla, surgiendo también un manantial cuando excavó la niña por orden de la Señora. Varias veces le preguntó quién era, hasta que un día le dijo: “Yo soy la Inmaculada Concepción”. Desde ese momento, Lourdes se ha convertido en uno de los centros marianos más importantes de peregrinación donde acuden muchos enfermos que, sanan y se curan de todas sus dolencias.

Oración

¡Oh amabilísima Virgen de Lourdes, Madre de Dios y Madre nuestra!

Llenos de aflicción y con lágrimas fluyendo de los ojos, acudimos en las horas amargas de la enfermedad

a tu maternal corazón, para pedirte que derrames a manos llenas

el tesoro de tu misericordia sobre nosotros.

Indignos somos por nuestros pecados de que nos escuches:

pero acuérdate de que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a Ti haya sido abandonado.

¡Madre tierna! ¡Madre bondadosa! ¡Madre dulcísima!

Ya que Dios obra por tu mano curaciones innumerables en la Gruta prodigiosa de Lourdes,

sanando tantas víctimas del dolor, guarda también una mirada de bendición para nuestro pobre enfermo.

Alcánzale de tu Divino Hijo Jesucristo la deseada salud, si ha de ser para mayor gloria de Dios.

Pero mucho más, alcánzanos a todos el perdón de nuestros pecados, paciencia y resignación en los sufrimientos

y sobre todo un amor grande y eterno a nuestro Dios, prisionero por nosotros en los Sagrarios.

Amén.

Virgen de Lourdes, ¡ruega por nosotros!

Consuelo de los afligidos, ¡ruega por nosotros!

Salud de los enfermos, ¡ruega por nosotros!


Religión