Así vive la Navidad un misionero en Costa de Marfil

El diario de nuestro misionero Ramón, nos lleva esta vez a fechas navideñas y nos muestra lo diferente que se vive la Navidad en una misión en África

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El diario de nuestro misionero Ramón está lleno de momentos que no tienen desperdicio. La realidad del día a día en Costa de Marfil es impresionante, y solo hay que leer el pequeño resumen que nos manda sobre lo que ha ocurrido en su vida. Esta vez, en plenas fechas de Navidad:

Sábado 22 de diciembre:

Hoy he salido de Dianra tras el desayuno y he llegado a Marandallah poco antes de la oración de Vísperas.
En el camino me he parado en cinco aldeas diferentes : Kamsokoura, Dianra Village, Sononzo, Somokoro y Sanankoro.
Ha habido momentos para todo. Desde dar el pésame a una joven madre porque había fallecido su hija de 4 años, hasta consolar a una abuela que ha sufrido la muerte de su nieto y su sobrino. Me he sentido acogido y querido cuando me ha' ofrecido un poco de leche y pan en una aldea. He podido escuchar a personas que viven momentos complicados a nivel personal, de pareja y de proyecto vital.
Todo esto se lo ofrezco al Dios de la Esperanza al que rezamos estos días. Buenas noches y dulces sueños.

Domingo 23 de diciembre:

Celebrar la eucaristía en Marandallah ha sido un auténtico don de Dios. He visto muchas caras nuevas, lo que quiere decir que siguen viniendo personas nuevas. Luego he estado hablando con un a'ciano para que deje escoger a su hijo la mujer que él quiera y que cese de cansarme con la mujer que él le ha buscado. Luego, he visitado a unas cuantas filias Musulmanas que hacía mucho que no veía. Me he llevado una desagradable sorpresa cuando me han dicho que han casado a una niña Peul que no creo que tuviera más de 15 años. Su madre se ha ido a Malí con otro hombre y se ha llevado con ella la hija pequeña que sí iba a la escuela. Me ha dolido. Buenas noches y dulces sueños.

Jueves 27 de diciembre:

Esta mañana he estado de retiro con los misioneros de la Consolata que trabajan en el norte. También he tenido la oportunidad de hablar con algunos misioneros de cómo están viviendo este tiempo complicado porque hay mucho trabajo y pocos misioneros. Es difícil mantener esta situación y el futuro, además, no se presenta muy halagüeño. Por la tarde he ido a ver algunas familias y me he llevado algunas sorpresas. Una joven ha dado a luz el día de Navidad. No me lo esperaba para nada. Estaba bien de salud y su madre con ella. Luego, he ido a ver una cui a que estudia 4°ESO y me he llevado la sorpresa que tiene un niño de ocho meses. El año pasado con el embarazo y tras dar a luz repitió curso. Este año ha dejado su bebé con su madre y ella va al instituto. Es la realidad del norte de Côte d'Ivoire. También he ido a ver a otra familia y han dado a una niña de apenas 16 años a su marido. Uno siente mucha impotencia ante todas estas situaciones que aquí, las familias viven con una normalidad sorprendente. Buenas noches y dulces sueños.

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