¿Cómo debemos tratar a nuestros enemigos?

Josetxo Vera reflexiona sobre el evangelio de este domingo donde Jesús nos explica qué debemos hacer con nuestros enemigos

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Seguro que por lo menos una vez al día, te enfrentas a esta pregunta: '¿Qué tal estás? ¿Qué tal va todo?' Y a Josetxo Vera, esta pregunta le sorprende un poco: "Dices: 'hombre todo... todo'". Eso sí, a lo largo de la vida ha ido detectando respuestas que le gustan como por ejemplo: "¿Bien o te cuento? Vamos a estar un rato si te cuento cómo va todo. La mejor que conozco es la que me dijo un amigo: va todo muy bien. Eso da alegría a los amigos y envidia a los enemigos".

También sabemos que eso de tratar con los enemigos no es lo más agradable, y "de eso va el evangelio de este domingo, de cómo tratar a los enemigos. A los amigos es fácil porque es una relación bilateral. Eres amigo de los que son tus amigos". Pero con los enemigos... no es tan sencillo: "Hay personas que pueden tenerte en su lista de enemigos y tú no saber ni quiénes son. A veces es bilateral y a veces no. Hay dos cauces para tener enemigos, los que están en tu lista, y luego las personas que te tienen a ti en su propia lista".

En el Evangelio de este domingo, Jesús nos dice qué deberíamos hacer: "Lo primero es lo que tienes que hacer con los que tú tienes en la lista, y lo que tienes que hacer es borrarlos. El Señor nos dice que tenemos que tratar bien a todo el mundo. Eso no quiere decir que todos tengan que ser nuestros amigos. Pero eso no quita para que le ame. Yo puedo amar a las personas aunque no sean amigos míos. La lista de enemigos nuestra tiene que ser cero. Ir borrando esa relación de enemistad".

Hay que amarlos y rezar por cada uno de ellos

Pero claro, ¿qué hacemos con las personas que nos tienen en su lista de enemigos? "Esas personas que desean que nos vaya mal en la vida. A estas personas, se refiere el Señor en el Evangelio de este domingo. El Señor nos dice que hay que amarlos y rezar por cada uno de ellos. Y esto es bastante complicado".


 


Y como es difícil, Jesús nos da algunos ejemplos: "Si uno viene y te pide la capa, dale la túnica. Al que te pega una bofetada, ponle la otra mejilla, el que te pide que le acompañes una milla, acompáñale dos. El Señor nos pide que nos pongamos a su disposición".

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