Las enseñanzas que extraemos del Evangelio de este domingo, que son aplicables en el fin del Estado de Alarma

El periodista y sacerdote Josetxo Vera en 'Chateando con Dios' arroja luz en el Evangelio de este domingo que coincide con el final del Estado de Alarma

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Este domingo la situación nos invita a pensar de nuevo en el futuro tras este paréntesis de tres meses en Estado de Alarma. Volvemos a la normalidad, en la que debemos extraer lo bueno que nos ha pasado para entender lo que nos ha ido mal y aprender de ellas. En el Evangelio de este domingo se nos plantea un texto que es muy valioso, al tener tres enseñanzas.

En primer lugar, no tengáis miedo a quien pueda matar vuestro cuerpo, porque no van a poder matar vuestra alma. Tras lo vivido por el COVID-19 con tantos fallecidos, se nos ha metido el miedo de morir por este virus, porque queremos vivir. Tenemos consciencia de la vida eterna pero sabemos que tenemos una misión que realizar en esta vida. Por tanto, en este contexto vivimos serenamente en paz.

Nuestra preocupación es temer por aquellos que puedan matar vuestra alma. ¿Qué puede matar nuestra alma? Hemos convivido con un virus que ha matado a muchas personas, pero no ha acabado con su alma. En cambio, la desidia, el olvido de Dios, el quitar toda la dimensión espiritual del horizonte trascendente del hombre, es lo que puede acabar con ella.

En este día, aprovechando el final del Estado de Alarma, debemos retomar seriamente el deseo de recuperar nuestra vida cristiana con la oración, los sacramentos, el acompañamiento... para que ese virus no venza.

El segundo mensaje es “no temáis, estáis en manos de Dios”. Vivimos cuidados por un Dios que es Padre. El temor, por tanto, no puede estar metido en nosotros.

El tercer mensaje es salir a proclamar el anuncio del Reino, el Evangelio de la vida. El Señor afirma que lo que se escucha en lo oculto debe ser predicado en las terrazas. Un mensaje que es bueno para este tempo, porque quien anuncia la vida cristiana en esta sociedad que a veces trata mal la vida, nosotros tenemos un mensaje de decir que creemos en la vida y en el Evangelio. Vale la pena por tanto reprogramarnos de nuevo para cumplir esa misión.

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