Rafael Luciani sobre el Sínodo: "La Iglesia necesita de reforma permanente"

El teólogo venezolano será el encargado de inaugurar el ciclo de conferencias organizadas para conmemorar el XXX aniversario de la fundación de la diócesis de Getafe

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El teólogo venezolano Rafael Luciani, estrecho colaborador del Papa Francisco, será el encargado de inaugurar el ciclo de conferencias organizadas para conmemorar el XXX aniversario de la fundación de la diócesis de Getafe por san Juan Pablo II.

El profesor Luciani abrirá este ciclo con una intervención que lleva por título ‘El Sínodo: una gran llamada a la evangelización’. Debido a que recientemente ha sido nombrado directamente por el Papa ‘Experto de la Comisión Teológica de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos’, se trata de una oportunidad para conocer de primera mano la intencionalidad del Papa Francisco al convocar el Sínodo.

La delegación de medios de la diócesis de Getafe ha realizado una entrevista a Luciani, en la que trata este asunto. Expone que "el tema de la reforma no es nuevo. El Concilio Vaticano II animó a toda la Iglesia universal a emprender un proceso de reforma. El propio Papa Pablo VI cuando se dirigió a la curia habló de un espíritu de reforma perpetua en el marco de la renovación de la Iglesia que se necesitaba para ese entonces".

"La sinodalidad se nos presenta como esa vía, en la que la Iglesia necesita de reforma permanente. El mundo clama y pide su conexión más eficiente ante la realidad que estamos viviendo".

Reto de un nuevo modelo institucional

"Uno de los ejes fundamentales que quisiera compartir es que el pueblo de Dios en camino busca hoy en día una forma de proceder a nivel eclesial y a nivel social que la haga más participativa, responsable, comunitaria y por tanto tiene el gran reto de buscar un nuevo modelo institucional".

"Hoy en día se habla de una Iglesia corresponsable, para que entre todos podamos caminar juntos en una iglesia que se viva en un contexto de comunidad ante un mundo que vive la fragmentación".

Temor de Francisco a la fragmentación

"Una de las grandes virtudes del pontificado de Francisco es la libertad para interactuar en la Iglesia. A ningún teólogo denle puede decir que tiene un proceso abierto. A la luz de la participación de todos podemos encontrar libertad para plantear problemas y exigir soluciones. Hay una profunda libertad donde se pueden apreciar las distintas posturas y que antes no se manifestaban".

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