Santoral del domingo, 8 de enero de 2017

El Bautismo del Señor. Fin del Tiempo Litúrgico de navidad

Hoy terminamos el Tiempo de Navidad con la celebración del Bautismo del Señor. Así terminan los días del Nacimiento del Salvador. Cuando Jesús culmina su vida oculta, a los treinta años, marcha al Jordán donde será bautizado por Juan Bautista.

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Religión

Este Bautismo es preparación para la venida del Mesías y su Salvación sobre el género humano. Este signo es prefiguración del Bautismo Sacramental que instituirá Cristo antes de subir a los Cielos, y que tendrá el poder de borrar el pecado original con el que todos nacemos, devolviéndonos la Gracia para ser hijos de Dios y miembros de la Iglesia. Tal y como recuerdan los evangelistas, cuando el Señor sale del río, después de echar agua sobre su cabeza el Bautista, los Cielos se abren y baja el Espíritu Santo en forma de Paloma, aleteando sobre Cristo, mientras desde una nube se oye la voz del Padre, que se complace en su Hijo Amado. Se trata de una celebración antiquísima, a la que los cristianos le daban una gran importancia, de la misma forma que la Pascua o el día de Navidad. En esta jornada los creyentes, desde la antigüedad recuerdan el Bautismo que recibieron un día. Cristo se hace bautizar por Juan para mostrar que ha llegado su Vida Pública y ministerial, pero no porque necesite purificarse del pecado, puesto que Él no tiene. Iconografía: Se le representa en el momento de ser bautizado Cristo y cuando el Espíritu Santo, en forma de Paloma se muestra, junto al Padre presente en la Voz de la nube.

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