Asaltado y saqueado un seminario católico en El Congo

El 'Grand Seminaire de Malole', de Kananga (Rep. Democrática del Congo) del que es es formador el padre Apollinaire Cibaka Cikongo ha sido asaltado por la milicia 'Kamwina Nsapu'. Este ataque se une a las masacres que ha habido en los últimos meses en la zona.

El sábado 18 de febrero las milicias 'Kamwina Nsap' asaltaron y saquearon el 'Grand Seminaire de Malole' de Kananga, República Democrática del Congo. Los seminaristas y las monjas carmelitas, que viven en el convento 'Enfant Jesus' cercano al Seminario, pudieron evacuar las instalaciones antes del ataque. No hubo muertos ni heridos pero los milicianos entraron en las habitaciones y salas destruyendo, quemando y robando documentos, ordenadores, impresoras, ropa, muebles y motos.Los coches se salvaron pues los sacerdotes pudieron llevárselos. “Los milicianos rompieron sistemáticamente las puertas de las habitaciones y destruyeron todo lo que había dentro. Entraron en las habitaciones de los maestros y quemaron su equipaje”, ha declarado a Radio Okapi, el rector del seminario, el padre Richard Kitenge.Horas más tarde, el ejército del gobierno congoleño y los cascos azules de la ONU recuperaron las instalaciones pero los milicianos volvieron a saquear el recinto eclesiástico cuando se redujo la presencia militar, quemando incluso los pabellones. Desde julio de 2016 las fuerzas congoleñas luchan contra la milicia Kamwina Nsapu en las provincias de Kasai, Kasai Central, Kasai Oriental y Lomami, en el centro de la República Democrática del Congo. Esta milicia se ha radicalizado en los últimos meses desde que el ejército congoleño matara en agosto a su líder, Kamwina Nsapu. Desde julio de 2016 se han producido diferentes altercados y matanzas en todo Kasai, que, según la ONU, se han cobrado más de 280 vidas.El Papa Francisco mostró sus condolencias a las víctimas de las masacres en el Ángelus de este fin de semana: “Continúan por desgracia llegando noticias en la región de central de Kasai en la República Democrática del Congo. Siento un fuerte dolor por las víctimas, especialmente por los niños arrancados a sus familias para que ejerzan de niños soldados. Esto es una tragedia”.