El próximo domingo el Papa canonizará a 10 nuevos santos: ¿En qué consiste una ceremonia de Canonización?

A las canonizaciones acuden numerosos representantes oficiales de países e instituciones

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El domingo 15 de mayo la plaza de San Pedro acogerá una de las ceremonias más importantes: las canonizaciones de 10 nuevos santos, entre ellos Charles de Foucauld, el sacerdote francés que fue misionero en el desierto de Argelia, el laico Lázaro, llamado Devasahayam, que fue martirizado en India, y, entre otros, Tito Bradsma, sacerdote carmelita asesinado en un campo de concentración nazi, María Francisca de Jesús Rubatto, fundadora de las Hermanas Capuchinas de la Madre Rubatto se convertirá en la primera santa del Uruguay.

La última vez que se celebró una canonización en la Basílica de San Pedro fue en 2019, cuando el Papa declaró santos al cardenal John Henry Newman o a la hermana Dulce, de Brasil.

Los 10 nuevos santos que compartirán canonización el 15 de mayo

El más conocido de todos es sin duda Charles de Foucauld, referente de la llamada “espiritualidad del desierto”, por el tiempo de búsqueda que pasó por el Sahara argelino, donde transcurrieron los últimos 15 años de su vida. En 1916 fue asesinado por delincuentes en la puerta de su ermita. El 13 de noviembre de 2005 fue proclamado beato por Benedicto XVI.

El pontífice Papa también elevará a los altares al fundador de los Padres de la Doctrina Cristiana, César de Bus; a la cofundadora de las Pequeñas Hermanas de la S. Familia, María Domenica Mantovani; a las monjas francesa María Rivier y a la italiana María de Jesús; al carmelita Tito Brandsma, periodista que murió asesinado en Dachau; Lázaro llamado Devasahayam, el primer santo laico de la India; el sacerdote Luigi María Palazzolo, fundador de la Congregación de las Hermanas de los Pobres; al sacerdote Justino María Russolillo, fundador de la Sociedad de las Divinas Vocaciones; a la religiosa María Francesca di Gesù Rubatto, fundadora de la escuela de las Hermanas Capuchinas de la Madre Rubatto en Uruguay y María di Gesù Santocanale, que fundó las Hermanas Capuchinas de la Inmaculada de Lourdes.

¿Qué tiene de especial una ceremonia de Canonización?

A las canonizaciones acuden numerosos representantes oficiales de países e instituciones, especialmente los que han tenido especial relevancia en la vida de los nuevos santos. El protocolo vaticano trabaja a fondo para ayudar a que los invitados se sitúen en el lugar adecuado.

De todo ello se encargan los conocidos como Gentilhombres. Visten de frac, con chaleco negro, pajarita blanca y un collar que cae sobre el pecho en el que aparece en el centro la tiara y llaves de San Pedro. Su trabajo habitual es acompañar a los dignatarios que acuden a la ceremonia de canonización y habitualmente también reciben a las autoridades que acuden a las audiencias papales y organizan también los saludos finales de quienes tienen la oportunidad de acercarse al Papa al finalizar las Audiencias Generales. Portan además sus condecoraciones, como la de San Gregorio Magno, la Orden Piana, la de la Orden de Malta o la del Santo Sepulcro.

El protocolo marca que las damas acudan de negro, muchas escogen llevar mantilla o tocado de ese color. Las soberanas católicas tienen la posibilidad de vestir de blanco, sería el caso, por ejemplo, de la Reina de España, la gran duquesa de Luxemburgo o la Reina de los Belgas. Hace tiempo los varones debían acudir de frac, ahora la mayoría viste con traje oscuro y son los Embajadores quienes aprovechan la ocasión para vestir el uniforme de gala.

En lo que se refiere al clero, cerca del altar se sitúan cardenales y obispos, también los de ritos orientales, que destacan del resto por sus ornamentos episcopales.

Los pasos de la ceremonia de canonización

Es habitual que, en la noche del sábado, previa a la canonización se organicen distintas velas de oración en diferentes Iglesias de Roma, agrupadas por grupos lingüísticos y por devoción a los distintos nuevos santos. De esta forma los fieles llegados de todas partes del mundo se prepararán espiritualmente para vivir un acontecimiento tan relevante como es una canonización.

Durante la Eucaristía, junto al coro de la Capilla Sixtina intervendrán agrupaciones de distintas diócesis. A las 10.00 se iniciará la Misa con el canto de las letanías de los Santos. Tal como

marca la liturgia de la ceremonia, el Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Marcello Semeraro preguntará tres veces a Francisco si procede a la canonización de los nuevos santos. Lo hará tres veces para destacar la importancia del hecho en sí. Primero lo pide con “gran fuerza”, una vez más con “mayor fuerza” y, por último, con “grandísima fuerza”.

A continuación, el Sumo Pontífice pronunciará la fórmula de canonización a través de una imponente oración: “En honor de la Santísima Trinidad, por la exaltación de la fe católica y el incremento de la vida cristiana, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo y de los santos apóstoles Pedro y Pablo, después de haber reflexionado largamente e invocado la ayuda divina y escuchando el parecer de muchos de nuestros hermanos obispos, declaramos santos a…”

El Pontífice continuará anunciando que sus nombres quedarán inscritos en el libro de los Santos y que establecen que sean venerados por toda la Iglesia. La oración concluye con una alabanza a la Santísima Trinidad: «En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo».

Después se llevarán hasta el altar los relicarios que contienen las reliquias de los santos. Suele ser habitual que las reliquias sean portadas por familiares o descendientes del santo, las personas en las que se ha obrado el milagro o los promotores de su causa, incluso miembros de la Congregación fundada por el Santo.

Al finalizar el rito de canonización, habrá una acción de gracias y se retomará la Misa en el Gloria. El Evangelio del día normalmente se canta en latín y griego. El momento más emotivo será la oración del canon de los santos. Allí se mencionará por primera vez a los diez nuevos santos. Además, en la plegaria eucarística se escuchará por primera vez los nombres de estos santos. La ceremonia durará aproximadamente dos horas y concluirá con el Regina Caeli, la oración que sustituye al Ángelus en el tiempo de Pascua.

El Papa Francisco saludará a las delegaciones en el Sagrado de la Basílica de San Pedro y si el dolor de su rodilla se lo permite, subirá al Papamóvil para saludar a los fieles por la plaza.



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