El Papa, a la Comisión para América Latina: Debéis trabajar para instaurar «un estilo sinodal de ser Iglesia»

«Nada hay más peligroso para la sinodalidad que pensar que ya lo entendemos todo, que ya lo comprendemos todo, que ya lo controlamos todo», les dice Francisco a sus miembros

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Trabajar para instaurar en el llamado «continente de la esperanza» un «estilo sinodal de ser Iglesia». Esto es lo que pide el Papa Francisco a la Pontificia Comisión para América Latina, reunida desde el pasado miércoles en Plenaria. Y les advierte: «Nada hay más peligroso para la sinodalidad que pensar que ya lo entendemos todo, que ya lo comprendemos todo, que ya lo controlamos todo».

El encuentro del organismo que preside el cardenal canadiense Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos, se clausura hoy viernes, 27 de mayo. La cita, telemática, ha congregado durante tres días a miembros, consejeros y un grupo de laicos y consagrados para reflexionar en torno al tema «La Sinodalidad en la Iglesia de América Latina a la luz del magisterio del Papa Francisco». La asamblea se ha tenido que posponer dos años debido a la pandemia.

«La CAL, a través de todos sus miembros, debe promover lo más ampliamente posible la verdadera sinodalidad. Comunión sin sinodalidad fácilmente puede prestarse a cierto fijismo y centralismo indeseable. Sinodalidad sin comunión puede llegar a ser populismo eclesiástico», dice el Santo Padre en el videomensajeque ha dirigido al encuentro.

En su alocución, Francisco afirma que la sinodalidad no es un camino nuevo, sino un camino perdido que la Iglesia debe recuperar. «La Iglesia lo tuvo al inicio y después lo perdió. Fue san Pablo VI quien lo puso en marcha al final del Concilio, cuando creó la Secretaría para el Sínodo de Obispos». Este camino siempre lo conservaron las Iglesias orientales, pero «la Iglesia latina lo había perdido».

El Papa destaca la trayectoria de la Iglesia latinoamericana, que después del Concilio Vaticano II se ha expresado con «elementos marcadamente sinodales». Así, recuerda cómo la III Conferencia General del CELAM celebrada en Puebla (México) en 1979 tuvo como categorías-clave la «comunión» y la «participación», mientras que en la cuarta, celebrada en 1992 en Santo Domingo (República Dominicana) y en la quinta (Aparecida, Brasil, 2007), el concepto relevante fue el de la «conversión pastoral». No obstante, reconoce Francisco, «más allá de los documentos, es la misma realidad pastoral de la Iglesia latinoamericana la que me anima a pensar en ella como una experiencia en la que la sinodalidad echó raíces desde hace tiempo (…)».

«Desinstalar usos y costumbres clericales»

La PCAL la preside el cardenal Ouellet, pero cuenta con dos laicos como secretarios: Rodrigo Guerra y Emilce Cuda. El Papa dice en su mensaje que ha pedido ayuda a ambos para «generar nuevas dinámicas y nos desinstalen un poquito de algunos de nuestros usos y costumbres clericales, tanto aquí en la Curia como en todo lugar en el que existan comunidades latinoamericanas». «No olvidemos —añade— que el clericalismo es una perversión quietista y, en este sentido, la CAL debe ayudar a caminar. No protagonizar, ayudar a caminar para no convertirse en una instancia clerical».

El Papa afirma que la Iglesia en América Latina y el Caribe «ha hecho camino al andar». Es decir, «ha mostrado que una recta interpretación de las enseñanzas conciliares implica reaprender a caminar juntos» para afrontar «los desafíos y los problemas pastorales». Ahora bien, «caminar juntos», insiste, supone «mantener el pensamiento incompleto».

«Yo le tengo alergia a los pensamientos completos y cerrados», reconoce antes de recordar cómo al inicio de la Teología de la Liberación se produjo una «ideologización» de aquel camino iniciado por la Iglesia latinoamericana.

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