Los obispos estadounidenses aplauden el anuncio de Biden de levantar algunas restricciones a Cuba

«El aislamiento punitivo no ha producido el cambio económico y social que se buscaba», reconocen

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La Conferencia Nacional de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) ha acogido favorablemente el anuncio del Departamento de Estado de levantar algunas de las más de 240 restricciones a Cuba aprobadas en la presidencia de Donald Trump.

«Elogiamos el interés renovado de la Administración en reiniciar el compromiso de Estados Unidos con Cuba. Reconociendo que quedan puntos de discordia entre nuestros dos países, el aislamiento punitivo de Cuba no ha producido el cambio económico y social que Estados Unidos ha buscado efectuar», dice el presidente del Comité de Justicia y Paz Internacional de la institución, obispo David J. Malloy, en un comunicado.

Las nuevas medidas afectan sobre todo a los viajes y al envío de remesas. «La expansión de las oportunidades de viaje para los ciudadanos estadounidenses, así como el levantamiento de las onerosas limitaciones a las remesas, fortalecerán los lazos familiares, económicos y sociales entre nuestros países. La sociedad civil y el sector privado en desarrollo de Cuba dependen del liderazgo proporcionado por la participación activa de la sociedad civil estadounidense en Cuba», añaden los obispos, que subrayan, «junto con la Sante Sede y los obispos de Cuba», la «importancia vital» de unas relaciones comerciales mutuamente beneficiosas para ambos países como «clave para un cambio transformador en la isla».

Díaz-Canel: «Un paso limitado en la dirección correcta»

El gobierno cubano ha minimizado la decisión. El presidente Díaz-Canel ha dicho que los anuncios «no modifican en lo absoluto el bloqueo, ni las medidas principales de cerco económico tomadas por Trump». «Se trata, sin embargo —añade—, de un paso limitado en la dirección correcta, una respuesta a la denuncia del pueblo y gobierno cubanos».

El canciller cubano Bruno Rodríguez indica que «la decisión no modifica el bloqueo, la inclusión fraudulenta en lista de países patrocinadores del terrorismo, ni la mayoría de medidas coercitivas de máxima presión de Trump que aún afectan al pueblo cubano».

28 resoluciones de condena desde 1992

El pasado día 12 la asamblea general de la ONU aplazó la votación de una nueva resolución de condena del embargo económico, comercial y financiero estadounidense a la isla. Desde 1992, la asamblea expresa su rechazo de la postura estadounidense de forma anual. Son ya, por tanto, 28 resoluciones de condena las que ha aprobado la Asamblea. La del año pasado arrojó un resultado de 184 votos a favor, dos en contra (Estados Unidos e Israel) y tres abstenciones (Brasil, Colombia y Ucrania).

El embargo se inició en 1960, en represalia por las expropiaciones de bienes a empresas y ciudadanos estadounidenses acometidas por el castrismo tras el triunfo de la revolución. Año y medio después, el 3 de febrero de 1962, el presidente Kennedy decretó que el embargo fuese total.

La Santa Sede ha trabajado siempre por la democratización de la isla y la mejora de relaciones entre ambos países. En 1998 Juan Pablo II realizó una visita histórica en la que pidió la apertura de Cuba al mundo, y del mundo a Cuba. Más recientemente, ya con Francisco como Papa, la diplomacia vaticana medió para que Washington y La Habana pudieran anunciar la normalización de relaciones. Fue en 2014, con Barack Obama y Raúl Castro en la presidencia de sus países.

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