La Iglesia católica alemana sigue perdiendo fieles: más de 350.000 en el último año, cifra récord

Pese a la reiterada caída de los últimos años, continúa siendo la confesión más numerosa: 21,6 millones de personas depositan en ella su confianza

Tiempo de lectura: 3’

La Iglesia católica alemana sigue perdiendo fieles. El año pasado se dieron oficialmente de baja en ella 359.338 personas, un 60% más que en el año anterior. Se trata de la cifra más alta desde que comenzara a hacer mella la crisis de los abusos sexuales. Este y otros muchos otros datos figuran en la memoria elaborada por la Conferencia Episcopal (DWK) con los datos aportados por las 27 diócesis del país.

El trabajo fue presentado este 27 de junio. En las cifras no hay nada bueno que destacar, reconoce el presidente del episcopado y obispo de Limburgo, Georg Batzing, quien se confiesa «conmocionado» por lo abrumador de los números. «Se están marchando no solo las personas que han tenido poco o ningún contacto con su parroquia durante un largo período de tiempo, ahora están dando este paso también personas que han estado muy comprometidas con las parroquias», reconoce.

ctv-ihp-batzing-cealemania

Los casi 360.000 abandonos suponen un récord y corroboran, una vez más, la gravedad de la situación. En 2020 y 2019, las deserciones fueron igualmente muy altas: 221.390 y 272.771, respectivamente. En el último ejercicio la mayoría de las renuncias se han producido en las archidiócesis de Colonia (40.772) y Múnich y Frisinga (35.323). Son las sedes que pastorean los cardenales Woelki y Marx y que en los últimos meses han hecho público sus informes sobre abusos, si bien el de esta última jurisdicción fue presentado ya este año.

El año pasado se incorporaron por primera vez a la Iglesia católica alemana 1.465 fieles, mientras que 4.116 regresaron a su disciplina después de haberla abandonado anteriormente. En total, la Iglesia católica alemana cuenta actualmente con 21.645.875 miembros, lo que representa el 26% de la población. Esa cifra hace de ella la confesión con mayor número de seguidores.

Práctica sacramental

Los datos de este último año son objetivamente malos. El número de sacerdotes pasó de 12.565 en 2020 a 10.313 en 2021, una disminución de 2.252. El año pasado solo hubo 62 ordenaciones, 48 en el ámbito diocesano y 14 en el de las congregaciones religiosas.

La pandemia ha seguido condicionando la práctica religiosa. El número de bodas y de bautismos aumentó significativamente: en el caso de los matrimonios, se pasó de 11.018 a 20.140, y en el de los bautizos, de 104.610 a 141.992. También se registraron más primeras comuniones: 156.574, por 139.752 del año anterior. En cambio, la asistencia a la misa dominical siguió descendiendo, pasando de un 5,9% en 2020 a un 4,3% en 2021. En 2019, antes de la pandemia, la práctica en la misa dominical era del 9,1%. Estas estadísticas no contemplan los servicios a través de internet o de la radio.

Según el obispo Bätzing, hay que ir despidiéndose de la idea de que «las iglesias se llenarán de nuevo o de que el número de creyentes volverá a aumentar». «Los escándalos que lamentamos en el interior de la Iglesia, y de los que en medida significativa somos responsables nosotros mismos, se ven reflejados en la cifra de salidas», afirma. Esos números, considera el presidente del episcopado, muestran que las reforman emprendidas, vinculadas al llamado Camino Sinodal, «no han llegado todavía» a los creyentes.

La crisis no es exclusiva de los católicos. La Iglesia evangélica alemana (EKD) perdió en el último ejercicio 280.000 fieles, según comunicó la propia institución en la presentación de sus estadísticas el pasado mes de marzo. Se trata, también, de una cifra récord. Los protestantes son en total 19,72 millones: el 23,7% de la población. En Alemania hay también unos tres millones de ortodoxos y 1,8 millones de creyentes de otras denominaciones cristianas.

Valoraciones

Los obispos alemanes coinciden en calificar la situación como «preocupante» y en indicar que hay que «escuchar a la gente» y «tomar en serio sus críticas». Para Gebhard Fürst, residencial de Rottenburg-Stuttgart, el hecho de que otras organizaciones estén también perdiendo miembros «no puede ser un consuelo».

Este prelado considera que la crisis no es solo atribuible a los casos de abusos. El obispo Heiner Wilmer, de Hildesheim, cree sin embargo que «está claro que la credibilidad de nuestra Iglesia ha sufrido enormemente por los innumerables casos de los últimos años».

Desde su diócesis de Dresde-Meiben, Heinrich Timmerevers da las gracias a todos aquellos fieles que, «a pesar de las preguntas, dudas y críticas justificadas, siguen al lado de su Iglesia», cuya cara positiva espera volver a ver brillar pronto, dice.

Y el arzobispo Ludwig Schick, de Bamberg, constata que muchos de los que dan la espalda ahora lo hacen para protestar y forzar reformas. «Queremos mantenernos en contacto con ellos, son importantes para nosotros. La puerta permanece abierta», afirma.

Religión