EE.UU.: Los obispos alertan de nuevo sobre el racismo e instan a regular racionalmente las armas peligrosas

El llamamiento llega tras la matanza de un supremacista blanco en un supermercado de Buffalo y el atentado en una iglesia presbiteriana de California

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La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB)alerta nuevamente sobre «el mal persistente del racismo». Lo hace tras el vil atentado supremacista cometido el pasado 14 de mayo en un supermercado de Buffalo, Nueva York, donde un joven de 18 años fuertemente armado asesinó a diez personas de color e hirió a otras tres. Al día siguiente, en Laguna Woods, California, un ciudadano de origen chino asaltó una iglesia presbiteriana frecuentada por ciudadanos taiwaneses y mató a otra persona, hiriendo además a cinco más.

«La Iglesia católica —dice una declaración de Chieko Noguchi, directora para Asuntos Públicos de la USCCB— ha sido una voz constante a favor de formas racionales pero efectivas de regulación de armas peligrosas».

Atentado contra hispanos en Texas en 2019

Han sido numerosos los obispos que en las últimas horas han condenado estos nuevos crímenes de odio. Uno de ellos, Mark J. Seitz, de El Paso (Texas), donde en 2019 tuvo lugar una matanza similar en otro supermercado. Las víctimas, entonces, fueron hispanos.

El autor del crimen de Buffalo, un joven de 18 años pertrechado con chaleco antibalas, fusil de asalto y una cámara para retransmitir su fechoría, es un conspiranoico que sostiene que en Estados Unidos hay grupos que tratan de reemplazar a los blancos por gente de color.

«La fe nos obliga a decir no a las fuerzas podridas del racismo», ha dicho el obispo Seitz. En la misma línea se ha pronunciado el obispo de Brooklyn (Nueva York), Robert J. Brennan, que ha llamado a rezar por «el fin del odio, la violencia y el racismo en nuestro país», o su homónimo de Wheeling-Charleston (Virginia Occidental), Mark E. Brennan, que recuerda que la comunidad negra ha sufrido atentados «incluso en sus iglesias» y que se pregunta cuándo va a terminar el escalofriante racismo que sufre.

«Un verdadero cambio de mentalidad»

Para este último prelado, aunque las nuevas leyes pueden ayudar, lo que realmente necesita la sociedad estadounidense es «un verdadero cambio de mentalidad y de corazón que nos lleve a reconocer y afirmar el valor de toda vida humana, por muy diferente que sea esa persona de mí».

«Es el tipo de cambio que promueve la auténtica religión. Dios nos ha hecho a todos a su imagen y semejanza. Nos ha ordenado que nos amemos unos a otros, que llevemos las cargas de los demás», señala en declaraciones recogidas por Catholic News Service. «A menos que adoptemos esta comprensión más plenamente en Estados Unidos, podemos esperar más tragedias de este tipo, y contra judíos, (musulmanes) e inmigrantes, así como contra afroamericanos».

El obispo Brennan reconoce que son muchos los estadounidenses que tienen armas para protegerse a sí mismos y a sus familias, o para cazar, pero señala que en aquellos países donde hay menos armas hay menos muertes. «Les desafío a ustedes, que poseen armas para esos fines, a que propongan formas en las que se pueda restringir significativamente la disponibilidad de armas», les dice.

El pecado del racismo

Los obispos estadounidenses denunciaron el pecado del racismo en una carta pastoral de 2018. En ese documento, titulado «Abramos nuestros corazones», se denuncia como pecaminosa toda convicción o actitud que lleve a los individuos a «excluir, ridiculizar, maltratar o discriminar injustamente a las personas por su raza u origen étnico».

La pastoral, escrita antes del surgimiento del movimiento Black lives matter, afirma: «Leemos los titulares que informan sobre la muerte de afroamericanos desarmados a manos de funcionarios de las fuerzas del orden. En nuestras prisiones, el nu?mero de reclusos de color, especialmente morenos y negros es sumamente desproporcionado. A pesar de las grandes bendiciones de libertad que ofrece este pai?s, debemos admitir la pura verdad de que para muchos de nuestros conciudadanos, que no han hecho nada malo, las interacciones con la polici?a a menudo esta?n cargadas de temor e incluso de peligro».

Los obispos advierten en el documento de la reaparición de símbolos de odio en espacios públicos, la discriminación de afroamericanos e hispanos en el acceso a la vivienda y a la educación, y una retórica xenófoba que instiga el miedo hacia los extranjeros, los inmigrantes y los refugiados. Denuncian por último que «el racismo también puede ser institucional, cuando se mantienen prácticas o tradiciones que tratan a ciertos grupos de personas de manera injusta».

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