Primeras palabras del nuevo obispo auxiliar de Getafe: “Aquí hay una gran sed de Dios”

José María Avendaño ha destacado que tras sus 35 años en la diócesis ha descubierto "muchas realidades en las que tenemos que trabajar, y todas son apasionantes

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Que Dios haga de mi un obispo y hombre de oración. ¡Qué no me canse de rezar! La oración la aprendí de mi padre y de mi madre”. Así, entre emocionadas palabras a lo largo de toda su comparecencia, el nuevo obispo electo de Getafe, José María Avendaño, se ha dirigido a sus nuevos diocesanos para pedir al Señor “ser un hombre de anuncio, misionero y de comunión”.

El nuevo pastor ha querido hacer un repaso de su nueva “hoja de ruta” con sus diocesanos, a los que ya conoce desde hace 35 años. “Hay una gran sed de Dios en la diócesis de Getafe y tenemos mucho trabajo que hacer”. El nuevo pastor ha recordado que en la diócesis hay “realidades desde los más pequeños hasta los más mayores. Tenemos muchas realidades y todas son apasionantes para anunciar el Evangelio. Algo que requiere un trabajo sinodal y en comunión, aquí no sobra nadie”.



Con temor y temblor

Avendaño se ha dirigido a sus “queridos hermanos y hermanas de mí querida diócesis de Getafe”, así como a sus “hermanos y amigos sacerdotes, diáconos, religiosos, consagrados, laicos”, a ese “querido Pueblo santo de Dios con el que camino día a día“, para confiarles que aceptaba esta nueva tarea, “con temor y temblor, contando siempre con la inigualable y necesaria ayuda de la gracia de Dios, la maternal intercesión de la Virgen María y de todos los santos”.

Sucesor de los apóstoles

El obispo electo ha reconocido que asume este “servicio como sucesor de los apóstoles para ayudar y ser «auxilio» de don Ginés en el pastoreo de esta Iglesia que camina en sinodalidad”. Antes, en primer lugar, ha dado las gracias al Papa Francisco, por haber confiado en su persona.

El nuevo obispo ha mencionado en primer lugar a sus padres, “su amor incondicional, de Cándido y Jorja, se une al que siento por mis hermanos Andrés, Jorja, Jesús, Cándido, a mi familia, amigos y todas las personas que llevo en el corazón”. Además ha recordado a todos los obispos que han pastoreado la diócesis de Getafe desde su creación en 1991.

Un hombre de oración

Avendaño ha pedido también “ser un hombre de anuncio, convocado a ir y anunciar el Evangelio entre las calles de nuestra diócesis como Jesús, llevando su nombre donde no se le conoce, donde es desfigurado, cerca de los pobres y necesitados, lejos de la comodidad e instalación, lejos de las seguridades mundanas”.

Caridad y humildad

El lema episcopal escogido -‘Caritas et humilitas’ (Caridad y humildad) recoge su deseo de “vivir pobre en posesiones y rico en relaciones”, y de ser “afable, paciente, caritativo, misericordioso, humilde y abierto en este mundo que Dios ama tanto”.

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Un reconocimiento al presbiterio

El prelado se ha comprometido públicamente a “ser y vivir como hijo de la Iglesia, poniéndome a su servicio, consagrando a ella todas mis energías y mis desvelos”.

Por su parte, el obispo de Getafe, Ginés García Beltrán ha mostrado su alegría por este nombramiento: “Me alegro que sea un sacerdote de nuestro presbiterio porque es un reconocimiento a nuestro clero”. Con palabras de afecto y cariño, el obispo ha acogido a su auxiliar pidiéndole a sus diocesanos “recibirle con alegría para que nos pastoree con la palabra y el ejemplo”:


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