El obispo de Tarazona: «La colegiata nos ayudará a redescubrir nuestra vocación y misión en el mundo»

Eusebio Hernádez Sola ha presidido la celebración de reapterura de la colegiata de Santa María la Mayor de Calatayud, después de doce años cerrada

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La diócesis de Tarazona, en general, y la ciudad de Calatayud, en particular, han vivido hoy domingo, 15 de mayo, un día muy especial al haber celebrado una solemne Eucaristía con motivo de la reapertura de la Colegiata de Santa María la Mayor, después de doce años cerrada.

Cientos de bilbilitanos han tenido la oportunidad de participar en ella «in situ» y muchas personas más, tanto de Calatayud como del resto de la Diócesis, la han podido seguir desde sus casas gracias a que Trece la ha retransmitido en directo. Además, se ha habilitado una gran pantalla en el exterior del templo para aquellos que no han podido acceder al interior.




La solemne eucaristía ha sido presidida por el obispo de Tarazona, Eusebio Hernández Sola, que ha querido que en un día tan señalado estuviera también el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, que era prelado de Tarazona cuando hubo que cerrar el templo y dieron comienzo los primeros trabajos de rehabilitación de la Colegiata. Junto a los prelados ha concelebrado el abad del templo, Jesús Vicente Bueno, y varios sacerdotes diocesanos.

Al comienzo de la misa, en la que ha estado el alcalde de Calatayud, José Manuel Aranda, miembros de la corporación municipal y autoridades militares, el abad ha querido agradecer a los obispos su presencia, así como la de las autoridades y la de los fieles y la labor por el trabajo realizado hasta llegar a este momento. Asimismo, ha mostrado su confianza en la pronta restauración de la vida pastoral de la Colegiata como parroquia.

Una invitación a mirar hacia Dios

En su homilía, el obispo de Tarazona ha dado gracias a Dios por «habernos permitido llevar a cabo esta obra que ha requerido esfuerzo y dedicación» y ha señalado que hoy es un día de «gran gozo y alegría» para toda la iglesia diocesana, para él mismo pero, de modo especial, para Calatayud porque recupera para el culto a la Colegiata después de más de diez años de rehabilitación. Mons. Hernández Sola agradeció la presencia de Mons. Demetrio Fernández, «porque él puso su empeño e ilusión para comenzar esta restauración».

Tras recordar que la Colegiata es Patrimonio de la Humanidad, D. Eusebio puso de relieve su belleza y grandiosidad porque «invitan a elevar la mirada y el alma hacia lo alto, hacia Dios» y animó a los presentes a dejarse envolver por la presencia del Señor. «Estoy seguro de que esta colegiata nos ayudará a redescubrir nuestras raíces cristianas, nuestra vocación y misión en el mundo» aseveró el prelado.

D. Eusebio no olvidó a todas las instituciones y a todas las personas que con su trabajo han hecho posible que la Colegiata vuelva a abrir sus puertas y mostró su «cordial y sentido agradecimiento» al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, a la Diputación provincial, al ayuntamiento, al obispado y -prosiguió- «a las personas particulares que han trabajado para que hoy nosotros pudiéramos recoger este maravilloso regalo».

Llamados a amar

El obispo de Tarazona se ha referido al evangelio de la eucaristía de hoy, en el que Jesús aconseja a sus discípulos que se amen unos a otros como él los ha querido para que así lo sigan sintiendo vivo entre ellos y ha hecho hincapié en la necesidad de amor que hay en el mundo. «Hoy día, queridos hermanos, el mundo necesita amor, pero amor generoso, altruista; necesita gesto de caridad. La caridad evangélica se traduce en la atención a tantas personas que viven momentos de dificultad económica, de paro, de soledad y sufrimiento físico y sicológicos».

Ha destacado la enorme solidaridad que se está dando en la Diócesis de Tarazona con los refugiados ucranianos acogidos en el Seminario diocesano y cómo los fieles están respondiendo ante esta tragedia ayudando de distintas maneras y la colaboración que existe entre instituciones y administraciones para que esto sea posible. «Este caminar juntos constituye un hermoso gesto de sinodalidad a la que el Papa Francisco nos está urgiendo», ha dicho el obispo de Tarazona.

"Me uno al gozo de Tarazona"

El obispo de Córdoba, Demetrio Fernandez, ha querido dirigir unas palabras a los presentes antes de finalizar la ceremonia para expresar si alegría por la reapertura de la Colegiata. “Me uno al gozo del obispo de Tarazona, del abad de la Colegiata y de todos los bilbilitanos porque gracias a Dios se ha podido llevar a término esta gran obra. Cuando todos vamos a una se pueden hacer muchas cosas. Pedimos para que ahora se sigan con los trabajos pendientes para poderla ver terminada”, ha indicado el obispo de Coórdoba, que ha recordado cómo se inició todo y el gran trabajo que quedaba por delante.

La eucaristia ha finalizado con el himno de la Virgen de la Peña, patrona de Calatayud. Los cantos de la Coral Bilbilitana, las del Coro Juvenil “Augusta Bilbilis” y las de Nacho del Río, jotero bilbilitano muy reconocido, han sonado en el transcurso de la celebración.


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