El obispo de Lugo en el Encuentro de Colegios Diocesanos: "Trabajar juntos por la formación integral"

La idea de esta tercera cita es "poner en común sus proyectos educativos y continuar con un trabajo conjunto cuya titularidad corresponde a los obispados y arzobispados"

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"Los más de 300 centros diocesanos que hay en españa sentían esa necesidad de juntarse, de trabajar en común por la educación. Era un sentir el estar más presentes". Así lo ha explicado el obispo de Lugo, Alfonso Carrasco Rouco, presidente de la Comisión Episcopal para la Educación y la Cultura. Según los datos de la última memoria anual de actividades, la Iglesia en España cuenta con más de 300 colegios diocesanos, en los que reciben una educación integral casi 147.000 alumnos.

Desde este lunes 15 de mayo, la ciudad de Ávila se ha convertido en punto de encuentro de los colegios diocesanos de toda España. Representantes de los diferentes centros educativos de distintos puntos del país se reúnen en este tercer encuentro que organiza la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura de la Conferencia Episcopal (tras los anteriores de Valencia en 2021, y Bilbao en 2022).


La identidad es la identidad católica

El objetivo de estos encuentros es que los colegios diocesanos puedan poner en común sus proyectos educativos y continuar con un trabajo conjunto entre ellos. “Estos centros sentían la necesidad de verse y trabajar juntos, y de plantearse los problemas que tienen en común, buscando soluciones para ellos. Era como un sentir que teníamos que estar más presentes, más conscientes, hacer mejor la tarea de los colegios diocesanos. Y para eso nos empezamos a reunir”, ha explicado Carrasco Rouco.

El obispo de Lugo destacaba la importancia y la riqueza de este tipo de encuentros. El de este 2023 tratará de aterrizar en la identidad de los colegios diocesanos. “La identidad es la identidad católica, la voluntad de ofrecer una educación en la que la fe cristiana ayude a dar forma a la persona. Pero también tenemos que plantearnos qué significa que sean diocesanos”.

También se trabajará sobre los problemas comunes que generan a todos los centros los cambios de leyes. “Y otro tipo de circunstancias que se nos presentan: si en la diócesis hay suficiente gente para completar el profesorado del centro, si hay menos alumnos, o las cuestiones relacionadas con la administración pública, que ayudan a veces y otras crean dificultades”, destacaba el prelado lucense.

Sobre las últimas leyes (en consonancia con las últimas manifestaciones de Escuelas Católicas y de la propia Conferencia Episcopal), los colegios diocesanos consideran que la valoración que la ley hace de los centros de iniciativa social no es la adecuada. “No puede pensarse únicamente en estos centros como subsidiarios al Estado, que es lo que dice la ley. En ningún caso el Estado es el principal educador: es el que tiene la mayoría de los medios y tiene que ayudar, pero los educadores son los padres, son las familias, es la sociedad”, señala Mons. Carrasco, quien destaca asimismo como negativo de la ley “algunas líneas de desarrollo que tienden a limitar la vida de los colegios concertados” (muchos de los diocesanos lo son).

La importancia de los centros diocesanos

Hasta Ávila también se ha desplazado el obispo de las diócesis de Salamanca y Ciudad Rodrigo José Luis Retana es miembro asimismo de la Comisión Episcopal para la Educación y la Cultura. Él estuvo ligado a los colegios diocesanos cerca de dos décadas. Por eso, ha querido destacar la importancia en la diócesis de estos centros educativos, por historia y por el volumen de alumnos que han pasado por sus aulas. “Aquí se han formado tantas generaciones que si se pudiera medir sería impresionante. Los colegios diocesanos en Ávila han hecho y siguen haciendo una labor extraordinaria preparando humana y cristianamente a muchos chicos y chicas que ahora están gestionando la sociedad”.


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