El obispo de Cádiz y Ceuta pide "ser portadores de paz y de misericordia en medio de esta violencia inhumana"

Rafael Zornoza, que estaba en Algeciras, se personó en el lugar de los hechos, donde animó a los fieles de estas parroquias, a vivir estos acontecimientos con fortaleza evangélica

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"Estamos aún consternados y dolidos", ha expresado el obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza. El obispo, que se encontraba en la noche del 25 de enero en Algeciras, se personó en el lugar de los hechos, desde donde animó, a los fieles de estas parroquias, al clero, a la familia salesiana y pueblo de Algeciras a vivir estos acontecimientos con fortaleza evangélica.


"Quisiéramos, no obstante, ser portadores de paz y de misericordia en medio de este mundo donde vivimos, que tiene tantas tensiones y tantas manifestaciones de violencia inhumana", ha dicho el prelado. Al mismo tiempo, ha reconocido que "estos acontecimientos indeseables, aunque nos han golpeado muy duramente, nos están uniendo más en la oración y en la fe".

Zornoza se ha unido a la condena "enérgica" de los hechos y a la espera de la clarificación "que hagan las autoridades de orden público". Por otro lado, ha querido agradecer "muchísimo" todas las muestras de condolencia, de solidaridad y de cariño que están recibiendo "de cerca y de muy lejos de toda la Iglesia". El obispo ha declarado que "sentimos la fuerza de la oración de la Iglesia entera y nos fortalece mucho su cercanía, su aliento y su testimonio".

Firme condena

También la Conferencia Episcopal Española quiso enviar un comunicado en el que los obispos españoles expresaron su "más firme condena de toda forma de violencia, que no puede tener lugar en la sociedad en la que vivimos".

Los obispos han querido trasladar, en primer lugar, su "cercanía y afecto y el consuelo de la fe a los familiares de las víctimas, a la diócesis de Cádiz y a la sociedad del Campo de Gibraltar".

Como creyentes, dicen, "pedimos al Dios de la misericordia y de la paz que llene de esperanza los corazones de las víctimas y sane los heridos, acompañe a la Iglesia y a la sociedad en la búsqueda de la paz y convierta el corazón de las personas violentas".





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