El Nuncio Apostólico durante el acto inaugural: "Dejémonos contagiar por el amor, no por el virus”

La Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española ha arrancado este lunes, 16 de noviembre, de forma telemática. Durante el acto inaugural en la sede del organismo episcopa, el Nuncio Apostólico de Su Santidadha comenzado su discurso expresando su agradecimeinto por participar en la conferencia: "Les comunico la sensible cercanía y saludo de la bendición del Papa". Especialmente, ha recordado al personal sanitario, médicos y enfermeros: "Sus esfuerzos merecen el reconocimiento de toda la sociedad”. También, "a todas las familias que han sufrido y el sentido pésame a los fallecidos".

En este duro contexto de la covid-19 ha recordado las palabras del Papa Francisco en su primera entrevista que concedió sobre la crisis mundial causada por la pandemia: “La gran preocupación mía es cómo acompañar al pueblo de Dios y estar más cercano a él”. Además, ha expresado su cercanía por los sacerdotes que han sufrido el coronavirus y han fallecido: "El buen pastor que da la vida por sus ovejas". Ha recordado al obispo emérito de Ciudad Real, Antonio Algora, y a Francesc Xavier Ciuranetal, obispo emérito de Lleida. Este último no falleció a causa del coronavirus.

"Esta situacion de duración incierta pasará. Por eso el Papa nos recuerda ese principio: Con creatividad cuidad el ahora, pero para el mañana reservesen para mejores tiempo, porque nos ayudará. Cuidense para el futuro que va a venir y cuando llegue recordad lo que ha pasado les va a hacer bien", ha señalado el Consiliario Nacional de la Asociación Católica de Propagandistas. Además, ha añadido que "este pensameinto puede alentar los trabajos señalados en la presente asamblea".

Mons. Bernardito Auza ha subrayado mencionando al Papa: “Dejándonos contagiar por el amor, aseguro a los miembros de la CEE mi oración para que sus trabajos incentiven la generosidad de los corazones”.

Para finalizar, ha recordado que "la fe en Cristo muerto y sacrificado nos da un mensaje comprometido y lleno de esperanza"; como expresó también San Pablo en su carta a los Gálatas: "Para libertad fue que Cristo nos hizo libres". Y ha pedido a María, madre de los que sufren, que "acudan en remedio nuestro y de todos los hombres que luchan por la protección de los más vulnerables y débiles".