El Papa anima "a buscar la luz de Dios en Cuaresma, para despertar de nuestro letargo interior"
Después de las fatigas de cada día, "nos hará bien no apagar la luz de la habitación sin antes ponernos bajo la luz de Dios. Démosle al Señor la oportunidad de sorprendernos"
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Cuaresma: tiempo para reavivar el deseo de orar
Al respecto, Francisco puntualizó que precisamente el tiempo fuerte de la Cuaresma es una oportunidad en este sentido: "Es un período en el que Dios quiere despertarnos del letargo interior. Porque —no lo olvidemos nunca— mantener el corazón despierto no depende solo de nosotros: es una gracia, y hay que pedirla. Los tres discípulos del Evangelio así lo demuestran: eran buenos, habían seguido a Jesús al monte, aunque solo con sus fuerzas no conseguían mantenerse despiertos. Pero se despiertan justo durante la Transfiguración”.
Después de las fatigas de cada día, "nos hará bien no apagar la luz de la habitación sin antes ponernos bajo la luz de Dios. Démosle al Señor la oportunidad de sorprendernos y despertar nuestro corazón”.
La Escritura ilumina nuestros pasos e inflama el corazón
Para lograrlo, el Santo Padre ha propuesto, por ejemplo, abrir el Evangelio y dejarnos asombrar por la Palabra de Dios, "porque la Escritura ilumina nuestros pasos e inflama nuestro corazón", o mirar el Crucifijo y maravillarnos "ante el amor loco de Dios que nunca se cansa de nosotros y tiene el poder de transfigurar nuestros días, de darles un nuevo sentido, una luz diferente e inesperada".
Francisco se ha despedido de los fieles pidiendo a la Virgen María, "que nos ayude a mantener nuestro corazón despierto para acoger este tiempo de gracia que Dios nos ofrece".
Como los discípulos, también nosotros necesitamos la luz de Dios, que nos hace ver las cosas de otra manera; nos atrae, nos despierta, reaviva el deseo y la fuerza de rezar, de mirar dentro de nosotros y dedicar tiempo a los demás. #EvangeliodeHoy (Lc 9,28-36)
— Papa Francisco (@Pontifex_es) March 13, 2022