Antonio Cañizares encomienda a las familias y al sistema educativo dar respuesta a los anhelos de los jóvenes

El arzobispo de Valencia lamenta que los jóvenes no encuentren entre sus referentes la respuesta al sentido de la vida, lo que explicarían lacras como la violencia, drogas o aborto

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El arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, ha mostrado su preocupación por la pérdida de valores entre las nuevas generaciones, fruto de “la quiebra moral y humana”. Y es que en una carta publicada en la web de la Archidiócesis, Cañizares ha lamentado que la sociedad actual no tenga unos referentes éticos que nos permita distinguir “qué es moralmente bueno y qué es moralmente malo.

Antonio Cañizares se ha mostrado muy crítico por el actual sentido de la vida que, lejos de dignidad humana, se asientan en “el deseo de amontonar dinero, de tener, consumir y disfrutar. Salud y dinero”, recalca el titular de la Iglesia valenciana.

Al tiempo que el ocio y el egoísmo adquieren protagonismo, el silencio de Dios es el gran perjudicado, lo que para el cardenal implica “no saber qué se es, quién se es, qué es el hombre o qué sentido tiene ser hombre y la vida del hombre, si es que tiene sentido. Está en juego la persona, el hombre, la verdad, y, consecuentemente, la convivencia humana y el futuro del hombre”, ha expresado.

A través de esta falta de valores éticos, continúa argumentado el arzobispo de Valencia, emanan fenómenos como “la violencia juvenil callejera, entre pandillas, y aún en la misma escuela; el creciente consumo de drogas y de pastillas de diseño, los embarazos prematuros, los abortos en edades muy tempranas…”

Lacras sociales que para Cañizares se explica por la educación, el deterioro de la familia o desvincular la sexualidad con el amor, y un intento por difundir a través de los medios “ciertas formas de vida y pensamiento, con teorías e ideologías, como por ejemplo la de género”.

La escuela, el sistema educativo, no les ofrece respuesta a esta búsqueda

A juicio del cardenal, el sistema educativo y los centros escolares tienen parte de la responsabilidad de que los jóvenes hayan perdido las referencias morales, ya que no consiguen dar respuesta a las inquietudes de búsqueda por parte de los alumnos: “Los jóvenes, de una manera u otra, aunque no estén muy seguros, buscan que haya un sentido para la vida o que la vida tenga sentido. La escuela, el sistema educativo, no les ofrece respuesta a esta búsqueda fundamental, al contrario, más bien la ignora u oculta detrás de un predominio en la enseñanza de la razón instrumental y calculadora, o de la enseñanza de la época digital”.

Así las cosas, Antonio Cañizares, considera que mientras el sistema educativo no dé respuesta a estas búsquedas y esperanzas juveniles, “no se habrá avanzado lo suficiente: “Es la familia, es el sistema educativo, son los medios de comunicación, es la sociedad, es la organización y ordenación de la misma, la cultura imperante, es la Iglesia, son ellos mismos incluso, los que han de ofrecer la respuesta: ofrecer la verdad del hombre que ellos andan buscando, lo que les puede hacer felices y vivir con esperanza, lo que les puede conducir a ser libres y a descubrir la inmensa grandeza de ser hombre, la dignidad de todo ser humano, el bien del hombre, lo que les ayude a aprender el sentido hondo que tienen palabras como “paz, amor, justicia”, lo que les llene y les arranque de la cultura del vacío o del vacío del nihilismo ambiental y de los sucedáneos, o del “cáncer” mortal del relativismo y de su dictadura”, ha reflexionado el arzobispo de Valencia.

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