El cardenal Omella, en TRECE: "El Apóstol Santiago es ese sembrador que trajo la fe a esta tierra"

El card. Omella ha atendido los micrófonos de TRECE en este día de peregrinación a Santiago donde los obispos han concluido la 118º Asamblea Plenaria

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La 118º Asamblea Plenaria que esta semana han celebrado los obispos españoles en la sede madrileña de la Conferencia Episcopal Española, ha concluido este viernes con la peregrinación a Santiago de los 63 titulares de las diócesis, los dos administradores diocesanos, los dos vicesecretarios del episcopado y el Nuncio, con motivo del Año Jubilar Compostelano.

Los miembros de la Conferencia han sido recibidos este viernes, antes de celebrar la Santa Misa en la Catedral de Santiago, por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo y por el acalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, en un acto en el que han vuelto a invitar al Papa.



El card. Omella ha atendido los micrófonos de TRECE en este día de peregrinación y ha afirmado que le parecía a los obispos muy importante “venir a postrarnos a los pies del Apóstol Santiago, nosotros que somos sucesores de los Apóstoles, que somos pastores de la Iglesia y venimos a interceder por nuestras propias personas que necesitamos también avanzar por el camino de la fe y de la santidad. A la vez queremos interceder por todas las preocupaciones, proyectos y dificultades por las que atraviesan nuestras Iglesias locales y nuestra sociedad en España […] el apóstol Santiago sabe mucho de alegrías, sufrimientos y proyectos con tantos y tantos peregrinos que pasan por aquí”.

Preguntado por la importancia del Apóstol Santiago para España y para toda Europa, el Card. Omella tiene claro que fue el mismo apóstol, junto con San Pablo y San Pedro, a traer “la fe en el continente […] él es esa columna, ese sembrador que trajo la fe, con los apóstoles y las comunidades cristianas que han ido viviendo y transmitiendo la fe de padres a hijos. La familia es la célula tan importante de la sociedad, de la Iglesia y de la fe”.



El card. Omella ha pedido también que el apóstol nos “sostenga en esa fe porqué él, en sus momentos difíciles, la Virgen le animó y le acompañó en su camino. Nos sentimos acompañados por esa Virgen para que la fe arraigue nuestros corazones y que sea tan solida como esa columna de la Virgen del Pilar, tierna como la ternura de una madre y nuestra fe, cercana al dolor y al sufrimiento, firme en los valores del Evangelio en medio de las dificultades del mundo”.

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