La paciente terminal que da una lección al Gobierno de Pedro Sánchez sobre cómo afrontar el final de la vida

El Gobierno de Sánchez y Pablo Iglesias ha incluido en su programa la eutanasia entre los servicios del Ministerio de Sanidad

Redacción Religión

Tiempo de lectura: 2’

Felicidad afronta su tercera edad en la unidad de cuidados paliativos de un hospital, debido a la enfermedad en fase terminal que padece como consecuencia de un cáncer incurable. Pese a las circunstancias, no pierde la sonrisa ni su bondad: “Lo importante es dejar huella en la vida”, asegura Felicidad en una entrevista concedida al semanario católico ‘Alfa y Omega’.

Es consciente de que su final en esta vida está cerca, pero confiesa que no lo piensa. En cualquier caso, lo toma con filosofía, asumiendo que es un paso vital que hay que dar antes o después: “No hay que pensar en tener miedo, sino prepararse”.

El calor humano y el estar rodeado de su familia le ayuda a esta preparación, aunque reconoce haberse sentido abandonada en ocasiones por parte de la administración: “Pensaban que como estaba mayor y tenía enfermedad terminal, no había nada que hacer, y no me he sentido bien tratada en ocasiones”, admite durante la entrevista.

Llegados a este punto, es necesario reivindicar la necesidad que desde la clase política se aprueben leyes que ayuden al enfermo al final de su vida mediante los cuidados paliativos, en lugar de apoyar iniciativas como la eutanasia. Un debate sobre el que Felicidad no rehúye: “A los políticos les diría que lo que necesitamos son leyes que ayuden al enfermo, no leyes que le digan que aquí estorba porque necesita muchos cuidados o porque es mayor y tiene muchos años. El sistema público no puede ignorarme porque yo no me pueda curar”.

En el acuerdo de gobierno de PSOE y Unidas Podemos, está incluida en la agenda sanitaria integrar en la cartera de servicios que ofrece el Ministerio de Sanidad la eutanasia.

Así las cosas, la protagonista de ‘Alfa y Omega’ ha instado a los políticos a que visiten las unidades de paliativos en los centros sanitarios: “Que valoren el trabajo de estas personas y vean lo que realmente necesitamos los enfermos, que son más unidades como esta”.

Ahora que el final está próximo, Felicidad se siente en paz consigo misma. Incluso cuando recibió la noticia de su mal pronóstico, nunca se alteró: “La gente se sorprendió por ello. Pero yo pienso que nadie está aquí para siempre. Todos estamos de paso. Yo ahora vivo al día y hay cosas que valoro mucho más. Antes no me daba cuenta de lo maravilloso que es poder moverme, andar... Ahora que no puedo, me parece muy importante lo que antes me parecía tan normal”, reflexiona.

Religión