La historia de Gerardo, sordociego y sin poder andar, hace cientos de kilómetros en el Camino de Santiago

Gerardo es sordociego y fue la primera persona discapacitada con la que comenzó el proyecto 'Discamino' que ayuda a realizar el Camino de Santiago

Julia López

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Esta es la historia de Gerardo. Un joven sordo-ciego que se propuso hacer el Camino de Santiago desde Roma. Para poder recorrer los más de dosmil kilómetros que separan Italia de España dividieron el viaje en varios tramos. Y en Roma pudo conocer a una persona muy especial.

“Un año Gerardo nos pidió ver al Papa Francisco”, nos cuenta Mar Pitillas, una de las personas que le acompañó en el año 2014. No fue nada fácil gestionar el encuentro, pero al final Gerardo cumplió su sueño y pudo compartir unos minutos con el Papa Francisco en el Vaticano.

Estaba tan emocionado que casi se olvida de darle a Francisco la carta que le había escrito.

Proyecto 'Discamino'

Gerardo es uno de los jóvenes que ha podido peregrinar a Santiago gracias a Discamino. Un proyecto que ayuda a personas discapacitadas a cumplir su sueño de hacer el Camino.

Como el de Suso Valverde, que tiene una lesión medular debido a un accidente laboral y no puede pedalear con las piernas, sino que lo hace con los brazos.

El vigués se emociona recodando su momento más emotivo en este camino hacia Santiago de Compostela. Fue al subir a la Cruz de Ferro en Astorga, un monte de casi 2.000 metros.

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Entrevista a Suso, una persona que hizo el Camino de Santiago con Discamino

“Me emociono solamente de recordarlo. Al subir el monte llevas una piedra en el bolsillo y la depositas en la Cruz de Cerro, como liberando la carga que llevas encima. Ese fue el momento más emocionante del camino. Llegar a esa cruz, subido en mi silla de ruedas ayudado por Álvaro y Jorge Pino y soltar esa piedra a los pies de la cruz”.

“Compartir experiencias nuevas, compartir el camino con toda la gente, superarme… Retos que queremos conseguir y que no podemos hacer nosotros solos”, comenta Suso en agradecimiento a las personas que forman parte del proyecto Discamino y que le han acompañado a varias veces a llegar al Obradoiro.

Superación, ilusión y compañerismo son las claves para superar todas las dificultades que se encuentran. “Cada día es un reto para ellos y para los que les acompañamos. Todo es emocionante”.

"Son capaces de todo"

Mar Pitillas -hermana de Javier Pitillas, el fundador de Discamino-, les hace compañía a lo largo del recorrido y destaca que las personas discapacitadas son capaces de todo.

“Al llegar a Santiago la primera vez me aparté y me fui a un rinconcito a llorar, porque sentía que ese momento era de ellos. Para ellos es un logro infinito y una satisfacción tremenda estar allí. Son ellos los que lo han conseguido, son muy grandes”, explica Mar entre lágrimas y añade que “solo necesitan que alguien les ayude, nada más. Ellos son capaces de todo”.

Son un ejemplo de superación, solo necesitan un poco de apoyo y gracias a Discamino pueden cumplir sus sueños.

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