Así cuida este obispo a sus fieles: Gaita en mano y con mucho sentido del humor

El obispo Columba Macbeth-Green evangeliza con sentido del humor en medio de las extremas condiciones de Australia

Redacción religión

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El obispo Columba Macbeth-Green, de 51 años, es pastor de una diócesis que es más grande que toda Francia: Wilcannia-Forbes, en New South Wales, Australia. El prelado se la recorre en un coche con una caravana a remolque para atender a los cerca de 3.000 católicos que hay de una población total de más de 105.000 personas. Suena música de gaita o música country en la radio. Tiene muchas horas de carretera por delante junto a su perrita Molly para atender a sus fieles.

Mons. Macbeth-Green pertenece a los Padres Paulinos. Sólo hay tres miembros de esta orden que sean obispos de la Iglesia católica en todo el mundo. Sólo tres, de cerca de 5.400 prelados, cuenta Crux. Antes de asumir las riendas de todo el territorio, era capellán de policía a tiempo completo y estaba al frente de un santuario mariano. El que es también el obispo más joven de Australia reconoce que no tiene títulos y que se encuentra de obispo porque conoce el lugar, como se hace eco también Religión en Libertad.

Ser obispo en condiciones extremas

Lo cierto es, que el hecho de ser originario de allí le ha ayudado a conectar con la gente, porque entiende los retos a los que se enfrentan, desde la insolación hasta las condiciones climatológicas extremas, que pueden oscilar entre sequías e inundaciones.

Las bodas se celebran raramente en las iglesias. El motivo, informa Crux, es que en esta región las temperaturas pueden alcanzar los más de 43 grados, incluso en invierno.

Junto al clima, está lo que él llama "grandes corporaciones internacionales sin rostro" que - en su opinión - continúan comprando tierras, haciendo desaparecer a las familias típicas de las granjas.

Mons. Macbeth-Green puede recorrer hasta 10 horas por el desierto australiano para atender a los fieles

Mons. Macbeth-Green puede recorrer hasta 10 horas por el desierto australiano para atender a los fieles 

Ser un obispo "con olor a oveja", como dice el Papa Francisco, es uno de los retos y señas de identidad que quiere que le definan como obispo. Por eso, cuando acude a ver a los fieles, está para ayudarles en lo que necesiten. Incluso, divertirse con ellos y probar suerte con el toro mecánico. También, les toca la gaita o el violín ccuando les visita.

"La gente es muy simple pero profunda, cercana a la tierra y con un buen sentido del humor". Lo que tienes que hacer ahí, es visitar mucho a la gente para llevarles los Sacramentos, y después quizás ayudarles a esquilar a las ovejas, a ajustar una valla o simplemente, tomar con ellos una cerveza"

Macbeth-Green no tiene problema para conocer a los 14 sacerdotes de los que dispone en la diócesis. Además de ese, tiene otros retos, como el hecho de conducir durante casi 10 horas para llegar a su catedral, o cuatro horas para celebrar una misa de Pentecostés a la que acudieron 15 personas. Las Confirmaciones pueden implicar horas de coche o, incluso, breves vuelos en avión.

Un obispo con sentido del humor: "No te puedes olvidar de la alegría del Evangelio"

El obispo tiene un sentido del humor peculiar. "La vida es muy corta, el humor es de suma importancia. Los problemas del mundo y de la Iglesia son muchos, pero no te puedes olvidar de la alegría del Evangelio", cuenta.

"Si ocurre algo divertido, ¿por qué no reírse?", insiste. "Eso no quiere decir que seas irreverente, significa que eres capaz de reírte de ti mismo y con otros. Todo el mundo necesita reírse".

Su sentido del humor también le ha ayudado a conectar con los indígenas australianos, como presidente de la Comisión Episcopal de Relaciones con los Aborígenes e Isleños del Estrecho de Torres.

Según Macbeth-Green, mucha gente teme entablar relaciones con los aborígenes a través del humor por la corrección política, pero eso sólo les hace parecer "estrictos y poco empáticos".

El hecho de que puedas compartir bromas con ellos significa que los respetas

"El hecho de que puedas compartir bromas con ellos significa que los respetas" 

"Temen que el humor pueda ser ofensivo. El respeto no significa que no tengas sentido del humor. Al contrario, el hecho de que puedas compartir bromas con ellos significa que los respetas, te estás desarmando a tí mismo y dejándoles conocerte como alguien que no es diferente a ellos", subraya.

Por esa razón, anima a buscar "algo cada día que te haga sonreír, aunque sea una mariposa, algo que te dé alegría de verdad". De no conseguirlo, advierte, "tienes un problema espiritual, entras en el vórtice de la condena y de la oscuridad y absorbes a todo el que te rodea".

Macbeth-Green concluye que la alegría tiene que ser el distintivo de un cristiano. Por eso, él lo asume como suyo: "Un obispo, como líder de la Iglesia, es un ministro de la esperanza y de la alegría de Jesucristo en medio de todo".

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