El acertado vídeo sobre la primera comunión: "¿Fiesta y regalos, o Dios?"
Javier González invita a reflexionar sobre la primera comunión y todo lo que envuelve a esta celebración en un vídeo
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Mayo es el mes de las primeras comuniones, bodas, confirmaciones... Y parece que a veces, con todo lo que envuelve estas celebraciones, se olvida por lo que de verdad se celebra. Irene Villa ha escrito un artículo en el que asegura que "es triste que recibir el cuerpo y la sangre de Jesucristo pase a un segundo plano". A raíz de este texto, Javier González ha hecho un vídeo con una buena reflexión sobre la primera comunión.
Según Irene Villa, en las primeras comuniones de los niños en España se llegan a gastar unos 8.000€. Y claro, puede pasar que efectivamente se olvide lo más importante de este evento. Javier, el periodista de COPE, dice en el vídeo que "no tiene mucho sentido organizar una fiesta, un banquete e ir muy guapos, si se nos ha olvidado el plato principal, que es Dios".
Recibir el mejor regalo que nadie te puede hacer
"Es como comprar una entrada para el fútbol y que te quedes en la sala vip comiendo y bebiendo... y no veas el fútbol. Es como si quedaras con tus amigos, solo por la comida. Es como preparar una cena romántica, con sus velitas, sus servilletas bien puestas, la luz ténue... y que cenes tú solo".
#VÍDEO En España la gente hace la comunión, se casa por la Iglesia... Pero tal vez, no todo el mundo sepa lo que se siente al ser católico. Este joven lo cuenta en este emotivo vídeo��https://t.co/td5OAsDqAA
— COPE Religión (@religion_cope) 24 de abril de 2019
La primera comunión por tanto "es mucho más que eso", asegura en el vídeo Javier; la comida, los invitados, la música, la ropa... la comunión es un sacramento. "Es unirte a Dios, decirle que sí. Recibir el mejor regalo que nadie te puede hacer, el amor más grande que existe: el de Dios. El de un Padre que nos quiere".
"Es el inicio de una relación, como cuando conoces un amigo. ¿Y qué pasa cuando tienes un amigo? Que quedas con él, que le cuidas, que le conoces y que le quieres. Pues esto es lo mismo pero con Dios".
"No le podemos ver ni tocar, pero hablamos con Él en la oración. Le escuchamos en las cosas que nos ocurren, pasamos tiempo con Él en la misa... y nos unimos con Él en la comunión", relata el joven.
