SANTO 18 ENERO

Santa Priscila la niña que no tuvo inconveniente en derramar su sangre por Cristo

Hoy recordamos a la adoleste y mártir Santa Priscila

Jesús Luis Sacristán García

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El martirio siempre es el pasaporte a la Santidad y la forma de recordar a los cristianos que huyeron de ser detenidos y se refugiaron en las catacumbas, pero con la fortaleza de no echarse para atrás si las circunstancias presentaban la realidad de dar la vida por el Evangelio. Hoy recordamos a la mártir Santa Priscila. De nombre también Prisca como abreviatura, no hay que confundirla con Priscila, la mujer de Áquila, donde se alojaba San Pablo en el descanso de sus viajes. 

Su nacimiento se sitúa en Roma y a los trece años -edad tempranísima- tendrá la oportunidad de dar testimonio de su Fe ante el juez. Su niñez y dulzura hacen creer al prefecto que le podrá convencer para que abandone lo que él cree una superstición. Entonces la lleva hasta el templo de Apolo con la idea de que ofrezca un sacrificio a los ídolos y apostate del cristianismo.

Sin embargo su fidelidad a Cristo hasta las últimas consecuencias le conduce a la prisión, creyendo los perseguidores que podrá meditar su decisión y cambiar de parecer., incluso por miedo a morir. Ellos quieren agotar así todas las posibilidades para que no se diga que no son tolerantes. Pero no lo consiguen.

Entre sus familiares y amigos allegados surgen voces que tratan de quitar de su mente el camino cristiano. Pero convencidos de que al final será en vano, cuando no logran convencerle ni tan siquiera algunos de sus allegados, es condenada a morir decapitada, sentencia que cumplirán a las afueras de la ciudad, siendo enterrada en la Via Ostiense. Actualmente sus reliquias descansan en la Iglesia que lleva su mismo nombre, en la Ciudad Eterna. Está inscrita en el Martirologio Romano y el de San Gregorio.

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