El Papa concluye la cumbre: "Ha llegado la hora de colaborar juntos para erradicar esta brutalidad"

Concluye la cumbre para la protección del menor en el Vaticano, sus conclusiones serán analizadas por los dicasterios del Vaticano los próximos días

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La histórica cumbre para la protección del menor ha finalizado este domingo 24 de febrero en el Vaticano. Este encuentro de cuatro días creado para combatir los abusos en la Iglesia, ha concluido con una misa en la Sala Regia del Palacio Apostólico  presidida por el Papa Francisco.

Al terminar la Eucaristía, y después de cantar una Salve a la Virgen, el Papa Francisco ha dirigido un discurso para resumir las conclusiones de esta reunión y terminar con la cumbre.

El Papa en primer lugar, ha analizado los datos sobre los abusos sexuales a niños en todo el mundo. “Uno de cada diez niños son abusados, 18 millones en Europa. En Italia, por ejemplo, evidencia que el 68,9% de los abusos sucede dentro del ámbito doméstico del menor.”

También ha querido destacar el problema de la pornografía y la explotación infantil a través de Internet.

Ha afirmado que “no hay explicaciones suficientes para estos abusos en contra de los niños” y que “si en la Iglesia se descubre incluso un solo caso de abuso ese caso será afrontado con la mayor seriedad.(…) Estos abusos son siempre la consecuencia del abuso de poder.”

“Detrás de esto está Satanás” y para combatirlo la Iglesia tomará “las medidas espirituales que el mismo Señor nos enseña: humillación, acto de contrición, oración, penitencia.”

“Ha llegado la hora de colaborar juntos para erradicar dicha brutalidad del cuerpo de nuestra humanidad”, para ello el Papa ha destacado ocho puntos, ocho medidas decididas con la ayuda de las “Best Practices” de la Organización Mundial de la Salud, un paquete de medidas llamado INSPIRE.

En primer lugar, ha afirmado que hay que tomar decisiones para prevenir y proteger a los menores dentro y fuera de la Iglesia, especialmente a las víctimas y tomar medidas serias e implacables. Para ello, ha asegurado el Papa que “se llevará ante la justicia” a los que cometan estos delitos.

Otro de los puntos es purificar la Iglesia y “acusarnos a nosotros mismos —como personas y como institución— y a reparar nuestras faltas.  No debemos caer en la trampa de acusar a los otros, que es un paso hacia la excusa que nos separa de la realidad.”

Entre las medidas que se adoptarán se incluye la formación correcta y la exigencia en la selección de candidatos que entran a formar parte de la Iglesia. Y así mismo, reforzar y verificar las directrices de las Conferencias Episcopales.

Acompañar a las personas abusadas y poner especial atención en el mundo digital: “la protección de los menores debe tener en cuenta las nuevas formas de abuso sexual” y hay que “vigilar y luchar para que el crecimiento de los pequeños no se turbe o se altere por su acceso incontrolado a la pornografía.”

Para terminar ha mencionado también la lacra del turismo sexual y que “se necesita la acción represiva judicial, pero también el apoyo y proyectos de reinserción de las víctimas de dicho fenómeno criminal. Las comunidades eclesiales están llamadas a reforzar la atención pastoral a las personas explotadas por el turismo sexual.”

Para concluir su discurso, el Santo Padre ha querido reiterar “el compromiso por una conversión personal y colectiva, y la humildad de aprender, escuchar, asistir y proteger a los más vulnerables.” Y termina haciendo un llamamiento al mundo: “Hago un sentido llamamiento a la lucha contra el abuso de menores en todos los ámbitos, tanto en el ámbito sexual como en otros, por parte de todas las autoridades y de todas las personas.”

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