El Papa aprueba beatificación de 16 españoles mártires de la Guerra Civil
El Papa Francisco ha reconocido el martirio de Cayetano Giménez y 15 sacerdotes y seminaristas de granada durante la Guerra Civil
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El Papa Francisco ha reconocido este viernes 29 de noviembre el "martirio" por "odio de la Fe" de Cayetano Giménez Martín y quince laicos y sacerdotes de Granada (España). Un grupo de personas que fueron asesinadas durante la Guerra Civil española (1936-1939), y por ello serán proclamados beatos.
Los nuevos beatos eran seminaristas y sacerdotes de la archidiócesis de Granada y murieron asesinados entre julio y septiembre de 1936. La apertura de la investigación diocesana para el proceso ed beatificación comenzó el 1 de julio de 1999.
¡Próximos beatos españoles! El #Papa reconoce el martírio del Siervo de Dios Cayetano Giménez Martín y de 15 compañeros asesinados por odio a la fe durante la #GuerraCivil.
— Eva Fernández (@evaenlaradio) November 29, 2019
También las virtudes heróicas de la carmelita descalza Ana de Jesús, discípula directa de Sta Teresa.@COPE pic.twitter.com/2zw4ewz2pP
El Papa Francisco ha aprobado también el decreto que reconoce las "virtudes heroicas", primer paso para la beatificación de la monja carmelita Ana de Lobera Torres, discípula de Santa Teresa de Jesús, que a su muerte continuó su obra.
Esta carmelita nació el 25 de noviembre de 1545 en Medina del Campo y murió el 4 de marzo de 1621 en Bruselas. Venerable Siervo de Dios es el título que se da a una persona fallecida a la que se reconoce "haber vivido las virtudes de manera heroica".
El camino hacia la santidad tiene varias etapas: la primera es ser declarado venerable siervo de Dios, la segunda beato y la tercera santo. Las personas que son reconocidas como mártires no necesitan ningún milagro para ser beatificados, sino el parecer favorable de los miembros de la Congregación para las Causas de los Santos.
Para que un venerable sea beatificado es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión y para que sea canonizado, hecho santo, se precisa un segundo milagro obrado "por intercesión" después de ser proclamado beato.
