La iglesia debate sobre la realidad y las preocupaciones de los jóvenes

340 participantes, entre ellos 267 Padres Sinodales y 49 auditores de los que 34 son jóvenes entre 18 y 29 años 

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Durante la presentación en la Sala de prensa de la Santa Sede, el Secretario General del Sínodo de los Obispos, el cardenal Lorenzo Baldisseri, ha señalado que los objetivos de la próxima asamblea son la renovación eclesial, hacer consciente a toda la Iglesia de su tarea misionera de acompañar a todos los jóvenes y tomar conciencia de la conexión entre pastoral juvenil y pastoral vocacional. Un Sínodo que se regirá por primera vez por la Constitución Apostólica “Episcopalis communio” del pasado 18 de septiembre.

El cardenal Baldisseri también confirmó que entre los 247 padres sinodales habrá dos prelados de la China continental, lo que constituye una novedad absoluta ya que en otras ocasiones anteriores el Vaticano había cursado las correspondientes invitaciones, pero nunca había venido ningún obispo de aquel país. En el que comienza el miércoles se confirma la presencia de Giovanni Battista Yang Xaoting, director del seminario de Pekín, y Giuseppe Guo Jincai, uno de los siete obispos ordenados ilícitamente y que han sido acogidos en la comunión de la iglesia tras el acuerdo provisional firmado por el Vaticano y el gobierno de Pekín.

El Secretario Especial del Sínodo, Giacomo Costa, ha aclarado que los jóvenes piden un cambio radical en la Iglesia y el Sínodo es una oportunidad para crecer que no termina el 28 octubre, ya que será importante la ejecución de sus resoluciones que será competencia de las conferencias episcopales.

Desde el miércoles 3 y hasta el 28 de octubre la XV Asamblea Ordinaria del Sínodo de obispos abordará las preocupaciones y la realidad de los jóvenes del siglo XXI, desde las cuestiones de género a los motivos por los que se alejan de la Iglesia. A la consulta previa han contestado 221.000 jóvenes de todo el mundo que en sus respuestas han dado su opinión sobre los temas que les preocupan y su relación con la Iglesia.

El “Instrumentum laboris”, documento de trabajo, constata que un número consistente de jóvenes, provenientes sobre todo de áreas muy secularizadas, no piden nada a la Iglesia porque no la tienen como un interlocutor significativo para su existencia. Y también que algunos piden expresamente ser “dejados en paz” porque sienten su presencia como fastidiosa e irritante por razones como los escándalos económicos y sexuales.

Los jóvenes, en sus respuestas a los cuestionarios con los que se elaboró ese documento de trabajo, piden una mayor claridad de la iglesia a la hora de abordar cuestiones como el aborto, la homosexualidad, la contracepción o el matrimonio. Además, constata la desilusión y la indecisión entre los jóvenes sobre qué hacer con su vida en el futuro cuando el presente es de precariedad e inseguridad en las condiciones de trabajo y de presencia en la sociedad.

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