"Los retos del comunicador católico": pensar en el prójimo y comunicar esperanza

"Los retos del comunicador católico" es la nueva publicación de CEU Ediciones y UCIP-E. Contó con la presencia del obispo de Getafe.

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Este nuevo ensayo cuenta con la participación de distintos profesionales de prensa, radio y televisión, todos ellos pertenecientes a la UCIP- E (Unión Católica de Informadores y Periodistas de España) con la coordinación del presidente y el secretario general de esta asociación, Rafael Ortega y Álvaro de la Torre. En sus páginas Manuel Cruz, Miguel Ángel Malavia, José Luis Restán, Juan Díaz-Bernardo, María Ángeles Fernández, Rafael Miner y Víctor Cortizo, entre otros, ofrecen distintas reflexiones a partir de su experiencia para afrontar los retos que plantea la comunicación en cada uno de los medios en nuestros días.

En el prólogo a la obra, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Ricardo Blázquez, afirma que este libro es “un interesante ejercicio colectivo de responsabilidad” porque, con él, los periodistas de UCIP-E abordan en “una reflexión amplia y necesaria sobre las profesiones de la comunicación, su sentido desde el punto de vista cristiano, y el mejor modo de llevarlas a cabo, tratando de ser esos comunicadores de “esperanza” que nos pide el Papa Francisco”.

Es un libro que, según el cardenal Blázquez, “será de una gran utilidad a los profesionales de la comunicación, especialmente si ejercen su trabajo desde una vivencia de la fe cristiana.” Y es también una valiosa herramienta didáctica y formativa donde los estudiantes de periodismo de las universidades encontrarán consejos sobre cómo desempeñarse en esta profesión en sus diferentes ámbitos y referencias morales para el ejercicio de su futuro trabajo.

“El periodista cristiano -concluye el presidente de la Conferencia Episcopal - debe pensar en su prójimo: ese destinatario de sus mensajes, y enfocar su misión con el criterio de mejor servirle. Necesitamos una práctica de la comunicación que propicie el encuentro y que no fomente la desunión ni el conflicto”.

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