Franciscanos lamentan el ataque a la estatua de Fray Junípero Serra, al que definen como un "evangelizador"

La estatua del franciscano en Palma de Mallorca ha amanecido este martes con una pintada roja en la que se podía leer la palabra 'racista'

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Los franciscanos de la Provincia Franciscana de la Inmaculada Concepción, en España, han lamentado el "ataque vandálico" a la estatua de fray Junípero Serra en Palma, que ha amanecido este martes 23 de junio con una pintada roja en la que se podía leer la palabra 'racista', y han defendido que fray Junípero fue un "evangelizador".

"Estos actos vandálicos no tienen razón de ser, hay que lamentarlo profundamente", ha valorado un fraile de Provincia Franciscana de la Inmaculada Concepción en declaraciones a Europa Press. Según ha precisado, esta pintada se puede achacar a una "falta de conocimiento o de cultura" por parte de las personas que han atacado la estatua o puede "obedecer a otro tipo de intereses".

El fraile franciscano ha precisado que "no se pueden juzgar hechos de un siglo pasado con la mentalidad de hoy día" e incluso dentro de la mentalidad del propio tiempo, ha defendido que los frailes, no solo los franciscanos, fueron "garantía de un respeto a aquellos pueblos indígenas" durante la conquista militar. Por ello, ha lamentado que se acuse de racista a Fray Junípero pues, al contrario, los franciscanos le recuerdan como un "evangelizador".

"El asunto es que la evangelización estuvo unida a una presencia bélica por parte de los españoles, en un momento en que ese tipo de expansiones eran habituales. El hecho de que fueran frailes, no solo franciscanos, era la garantía de un respeto hacia aquellos pueblos que se estaban conquistando militarmente para favorecer una cultura, una religiosidad, que se respetaran los valores, para favorecer la personalización de los pueblos", explica.

DE MALLORCA A EVANGELIZAR LA ALTA Y BAJA CALIFORNIA

Junípero Serra Ferrer nació el 24 de noviembre de 1713 en Petra, Mallorca (España) y a los 16 años se convirtió en fraile y cambió su nombre por el de Junípero. En 1749, junto con otros veinte misioneros franciscanos, se embarcó en Cádiz con destino a México, el Virreinato de la Nueva España, según su nombre colonial.

Tras seis meses en el Colegio de Misioneros de San Fernando viajó a Sierra Gorda, en la región de Querétaro, donde pasó 9 años predicando y ayudando como misionero a los indígenas de la zona, de los cuales llegó a aprender su lengua.

En 1767, Carlos III decretó la expulsión de todos los miembros jesuitas de los dominios de la corona, lo que incluía al Virreinato de Nueva España. Los jesuitas, que atendían la población indígena y europea de las Californias, fueron sustituidos por 16 misioneros de la orden de los franciscanos encabezados por fray Junípero.

La comitiva salió de la ciudad de México el 14 de julio de 1767 y embarcó rumbo a la península de Baja California. Una vez que llegó la comitiva a la península, determinaron seguir explorando la Alta California.

El 3 de julio se erigió la Misión de San Carlos de Borromeo. En julio de 1771 se estableció la Misión de San Antonio de Padua y en agosto la de San Gabriel, que se encuentra en la actual área metropolitana de Los Ángeles. El 1 de septiembre de 1772 fundó la misión de San Luis Obispo de Tolosa.

Los misioneros catequizaban a los indígenas, les enseñaban nociones de agricultura, ganadería y albañilería, les proporcionaban semillas y animales y les asesoraban en el trabajo de la tierra.

Junípero Serra falleció en la Misión de San Carlos Borromeo (Monterrey, California), el 28 de agosto de 1784. Sus restos se encuentran en la Basílica de esta misma misión. San Juan Pablo II lo beatificó en 1988 y fue proclamado santo el 23 de septiembre del 2015 por el Papa Francisco en Estados Unidos.

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