El Arzobispado de Madrid ofrecerá responsos en el Palacio de Hielo
El servicio será inaugurado este jueves, 26 de marzo, por el obispo auxiliar de Madrid, monseñor José Cobo
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El Arzobispado y el Ayuntamiento de Madrid han acordado la puesta en marcha inmediata de un servicio de oración en los momentos de duelo, mediante el rezo de responsos, en el Palacio de Hielo. Con esta liturgia, la Iglesia de Madrid va a ofrecer y rezar por la vida de los difuntos que provoca la pandemia del coronavirus, al tiempo que quiere estar cerca de sus familiares. Los fallecidos por el coronavirus con creencias religiosas recibirán desde hoy mismo su última oración si así lo desean los familiares en la morgue improvisada del Palacio de Hielo.
El servicio será inaugurado este jueves, 26 de marzo, por el obispo auxiliar de Madrid monseñor José Cobo y se prestará en un espacio habilitado para tal fin en el edificio. Desde entonces, a las 11:00 horas cada día, los párrocos de templos cercanos y los sacerdotes del Servicio de Asistencia Religiosa Católica de Urgencia (SARCU) ofrecerán la celebración de responsos y estarán a disposición de quienes puedan requerir su apoyo en el duelo. En un comunicado de la Archidiócesis se recoge que la institución eclesiástica madrileña va a "ofrecer y rezar por la vida de los difuntos que provoca la pandemia del coronavirus" de este mismo jueves con la intención de "estar cerca de sus familiares".
En los próximos días también se habilitará un servicio de escucha en el duelo. En una sola línea telefónica estarán coordinados los diversos servicios de escucha que existen en la diócesis de Madrid, a fin de acoger, sostener y abrazar a las familias y al personal sanitario en estos momentos de despedida y dolor.
El alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, ya había anunciado que desde la capital se buscaría la forma de dar un "adiós adecuado" a las víctimas del coronavirus que finalmente se ha concretado en este acuerdo con la Archidiócesis de Madrid para habilitar los responsos en un Palacio de Hielo que desde el pasado lunes actúa como morgue improvisada ante el colapso de las funerarias por el elevado número de muertos en Madrid.
