El Vaticano respalda a la Iglesia en Burkina Faso en medio de su crisis

En la Sala de Tratados de la Ciudad del Vaticano se firmó el Acuerdo sobre el Estatuto jurídico de la Iglesia Católica en Burkina Faso

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El Estatuto jurídico de la Iglesia católica en Burkina Faso está en el centro del Acuerdo firmado este 12 de julio entre la Santa Sede y el Estado de Burkina Faso. Se ha hecho en la Sala de los Tratados del Palacio Apostólico Vaticano. Por parte de la Santa Sede firmó Monseñor Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados, y por parte de Burkina Faso, lo hizo Alpha Barry, Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación.

El Acuerdo, redactado en francés y compuesto por un preámbulo, diecinueve artículos y un protocolo adicional, garantiza a la Iglesia la posibilidad de llevar a cabo su misión en Burkina Faso. En particular, se reconoce la personalidad jurídica pública de la Iglesia y de sus instituciones. Ambas partes se comprometen a cooperar para el bienestar moral, espiritual y material de la persona humana y para la promoción del bien común salvaguardando, al mismo tiempo, su propia independencia y autonomía. El Acuerdo entrará en vigor con el intercambio de los instrumentos de ratificación.

Situación política complicada

El Parlamento de Burkina Faso ha aprobado este jueves prorrogar durante un periodo de seis meses el estado de emergencia declarado en el país el 1 de enero, según ha informado el portal local de noticias Burkina24.

El Gobierno ha resaltado que la medida tiene como objetivo principal "reforzar y consolidar la lucha contra el terrorismo". El presidente, Roch Marc Christian Kaboré, decretó el estado de emergencia en catorce provincias ante el deterioro de la seguridad.

El número de desplazados por los continuados ataques armados y la violencia intercomunitaria que viene registrando en los últimos meses Burkina Faso ha superado por primera vez el umbral de los 200.000, según ha informado este mismo jueves Naciones Unidas.

De acuerdo con los últimos datos publicados por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), en la actualidad hay unos 220.000 desplazados, frente a los 171.000 que había el pasado mes de mayo.

En lo que va de año, según este organismo de la ONU, ha habido 42 incidentes de seguridad en el país que se han saldado con 502 civiles muertos y 242 heridos. Desde que comenzó el año, el número de desplazados se ha duplicado debido al incremento de la inseguridad, pasando de 82.000 a los 220.000 actuales. En enero de 2018, según la OCHA, sólo había en el país 9.000 desplazados.

Burkina Faso ha registrado en los últimos meses una creciente actividad de grupos yihadistas. En el país operan Ansarul Islam, un grupo terrorista autóctono, así como el Grupo para el Apoyo del Islam y los Musulmanes (JNIM), una organización yihadista que aglutina a otras cuatro, entre ellas Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y Al Murabitún, y en menor medida Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS).

También se ha intensificado la violencia intercomunitaria, que enfrenta principalmente a pastores con agricultores y que ha provocado el desplazamiento de miles de personas

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