Mons. Georg Bätzing nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Alemana

Redacción Religión

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El nuevo presidente de la Conferencia Episcopal alemana (Dbk) es Mons. Georg Bätzing, obispo del Limburgo. Es el sucesor del card. Reinhard Marx, arzobispo de Munich-Fisinga, que había anunciado, el pasado 11 de febrero, su renuncia a un segundo mandato a la presidencia de la Dbk. 

Georg Bätzing, 58 años, está considerado por los medios de comunicación un representante del "ala reformista" en la Conferencia Episcopal Alemana y era uno de los claros favoritos a la sucesión de Marx. Su predecesor había anunciado que la Dbk necesitaba de un cambio generacional y la llegada de nuevas figuras en las altas esferas de la Dbk. Un cambio generacional que ha llegado dentro de una Conferencia Episcopal que es además un espejo de la sociedad del país: con sus diferencias y sus visiones diferentes. La capacidad de convertirlas en una oportunidad constructiva, de diálogo, podría representar una nueva vía para esta Iglesia.

Georg Bätzing, nacido en Kirchen, es obispo de Limburgo desde el 2016. Antes, en el 2012, fue vicario general en Treviri. Ha estudiado teología y filosofía en Treviri y Friburgo y fue ordenado sacerdote en Treviri en el 1987. En 2005 fue nombrado monseñor por Benedicto XVI y el 1 de julio de 2016 el Papa Francisco lo nombró decimotercero obispo de Limburgo. En la Dbk Bätzing ocupaba ya el cargo de presidente de la Subcomisión para el Dialogo Interreligioso y además era miembro de la Comisión Iglesia Universal.

En el Limburgo, Bätzing ha buscado sanar algunas heridas muy profundas en la diócesis con el objetivo de retomar la confianza que se había perdido en la comunidad católica. Un trabajo positivo que ha sido reconocido por sus hermanos en el Episcopado alemán. En una carta difundida por la Dbk, y después de la rueda de prensa, queda claro como se cierra una época en Alemania donde ahora se busca relanzar con un sentido propositivo la importancia de tener a dos grandes Iglesias cristianas en el país. Se acaba una época y ahora queda ver si las Iglesias alemanas podrán abrir una nueva.

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