La fe de los jóvenes en una Universidad al norte de Arizona

Flagstaff es una ciudad en el sudoeste de los Estados Unidos, en plena meseta del Colorado, por donde pasan miles de turistas atraídos por el cercano parque del Gran Cañón. Allí se enclava la Universidad del Norte de Arizona, y en ella el Centro Newman, un lugar donde los universitarios viven una experiencia de fe marcada por el cardenal inglés recientemente canonizado.

Los estudiantes hablan de este centro como de "un hogar lejos del hogar", donde encontrar amigos y buscar la verdad. Uno de los momentos vitales son las llamadas "Noches de Newman", que se organizan una vez a la semana con la participación de unos cien jóvenes. Allí se forja un fuerte sentido de comunidad en el que se fortalece su fe.

El P. Matt Lowry, capellán de la universidad, explica que los estudiantes a menudo se sienten solos y aislados en el campus, y el centro les ayuda a crecer en un estilo abierto, dinámico, creativo y dialogante, en línea con las propuestas del reciente Sínodo sobre los jóvenes. "Nos gustan las preguntas y la búsqueda de la verdad, y queremos seguir siendo una presencia en este campus para que los estudiantes sepan que Jesús está caminando con ellos”, explica el P. Lowry.

La red de Centros Newman (hay más de mil a lo largo y ancho de los EEUU) tiene un enfoque misionero dentro ambientes claramente alejados de la vida de la Iglesia, como son los campus universitarios. Se celebran los sacramentos y se ofrecen cursos de Biblia y Teología, pero sobre todo se crea un ambiente familiar y de convivencia en el que los estudiantes puedan descubrir o redescubrir a Dios. En Flagstaff el Centro Newman es un verdadero centro del catolicismo, capaz de provocar el encuentro con gente que a menudo vive inmersa en el nihilismo. “Nuestra misión aquí es cultivar la cultura de la vida que Cristo predicó en el Evangelio", dice uno de sus responsables.