La Iglesia de EE.UU condena la nueva ley de inmigración de Trump
El cardenal Di Nardo ha criticado la nueva ley de inmigración al considerar que es un método disuasorio "engañoso" y no atiende a la raíz del problema
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La Iglesia de Estados Unidos ha vuelto a alzar la voz por la situación de los inmigrantes. Concretamente, el cardenal Daniel Di Nardo ha enviado un mensaje de condena por la nueva ley sobre inmigración adoptada ayer en el país que preside Donald Trump. La Casa Blanca ha decidido modificar las solicitudes de asilo. El purpurado ha asegurado que este nuevo enfoque "ha creado un clima de miedo en nuestras parroquias y está causando un sufrimiento inaceptable en miles de niños en la frontera, porque las autoridades aduaneras separan a las familias".
La nueva legislación establece que los nuevos inmigrantes que llegan a Estados Unidos desde la frontera suroccidental no serán considerados aptos para una solicitud de asilo si no consiguen refugio seguro en un tercer país. Por tanto, el objetivo de esta nueva medida es doble. Por una parte, el de dificultar y añadir más obstáculos a las familias que buscan un futuro mejor en Estados Unidos. Por otro, ejercer de método disuasorio a los inmigrantes de Centroamérica de emprender la travesía a la frontera. Este último aspecto es el que el cardenal Di Nardo ha tachado de "engañoso e insostenible".
Dudas sobre la legitimidad y legalidad de las nuevas normas
"Es contrario a los valores americanos y cristianos tratar de impedir que las personas emigren aquí cuando huyen para salvar sus vidas y encontrar seguridad para sus familias, lanzándose en contra de la decisión, tomada ayer por el Gobierno de los Estados Unidos, de modificar las solicitudes de asilo, con el fin de añadir más obstáculos y barreras a quienes tendrían derecho a ellas: una decisión que debería entrar en vigor hoy y que para los juristas plantea muchas dudas sobre su legitimidad y legalidad", ha expresado el presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos.
La ley viola el derecho de asilo
"Esto nos exime de un deber moral que impide que Estados Unidos asuma un papel de liderazgo en la comunidad internacional como garante del derecho de asilo". El Cardenal ha invitado a, "en lugar de actuar con órdenes ejecutivas, normas y amenazas, a buscar las causas y las soluciones correctas a una crisis humanitaria que empuja a las familias a huir para salvar sus vidas e implementar una reforma humana del sistema de inmigración donde no faltan ni la compasión ni la dignidad", ha recordado Di Nardo y recoge la Agencia Sir.
