El Camino Neocatecumenal recibe en donación un terreno en el Monte de los Olivos de Jerusalén

Una fundación ha costeado los cinco millones para comprar el terreno de la Domus Jerusalem, un centro de ayuda a los peregrinos y fieles de toda la Iglesia

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El Camino Neocatecumenal va a contar con una nueva Domus en Jerusalén. Este proyecto ya cuenta con lo que llevaba persiguiendo durante muchos años: un terreno sobre el que edificarla. El lugar donde se erigirá este nuevo centro de la Iglesia se encuentra en el Monte de los Olivos de Jerusalén. Esta ubicación es de gran importancia para los católicos y para los judíos. En el caso de los católicos, es el lugar donde el Evangelio relata la vela en oración de Jesús con los apóstoles antes de ser prendido y llevado a los tribunales para ser condenado a muerte en la Cruz.

Esta Domus Jerusalem la ha hecho posible una fundación con el mismo nombre que se encuentra en Panamá. Esta entidad entró en la puja por el terreno de más de 5.000 metros cuadrados que se subastó del también llamado huerto de los olivos. El precio de adquisición alcanzó los cinco millones de euros en la subasta que se celebró en Milán en 2018. Después, la fundación donó este trozo de Getsemaní al Camino Neocatecumenal.

Esta donación se va convertir en un centro para los peregrinos de la Iglesia que viajen a Tierra Santa. Se destina a ser lugar de acogida para otras iniciativas como retiros, convivencias y Ejercicios Espirituales. Quiere aportar a la experiencia de la peregrinación de los miembros del Camino Neocatecumenal y de toda la Iglesia, obispos, cardenale, fieles, etc., un ambiente propicio para la vivencia espiritual. La estética del centro correrá a cargo del dirigente Kiko Argüello.

Tras los pasos de la Domus Galileae y el deseo de San Juan Pablo II

Se desconocen los plazos de construcción de la Domus Jerusalem. Sin embargo, su inspiración es compartida con el otro centro que el Camino Neocatecumenal pone a disposición de la Iglesia en Tierra Santa.

La Domus Galileae también está situada en uno de los lugares en los que vivió Cristo: el Monte de las Bienaventuranzas. Esta Domus fue fruto de una donación y para cumplir un deseo del papa San Juan Pablo II. El pontífice polaco fue el encargado de inaugurar esta casa en el año 2000. Su intención, compartida con el Camino Neocatecumenal, es la de constituirse como un centro que sirva de puente entre el catolicismo y el pueblo judío.

Este edificio, por su arquitectura, es lugar de interés y estudio para los judíos. En el caso de los cristianos, les quiere ayudar a recuperar y redescubrir las raíces de la fe cristiana.

Un bien espiritual de la Iglesia

La adquisición de estos terrenos que se han confiado al Camino Neocatecumenal no proceden de fondos propios. Es decir, el Camino Neocatecumenal no posee dinero en sí mismo, ya que su definición canónica establece que es un "bien espiritual para la Iglesia". La Domus Jerusalem es el resultado de una donación de una fundación de Panamá que sí ha invertido en la compra del suelo. Esta fundación la preside Manuel Anselmo Díaz Ortiz, párroco de Nuestra Señora de Guadalupe, en Panamá.

Esta fundación ha obtenido los fondos gracias a las contribuciones y donaciones de una serie de benefactores de Estados Unidos. La iniciativa la han apoyado varios cardenales como Sean O’Malley, de la Archidiócesis de Boston y arzobispos como Charles Chaput, de Filadelfia, o Nicholas Di Marzio, de Brooklyn.

Otros partidarios de esta Domus han sido el cardenal Antonio Rouco, de Madrid; el cardenal Christoph Schonborn, de Viena; o el presidente emérito del Consejo Pontificio Cor Unum, el cardenal Paul Josef Cordes.

Las comunidades y parroquias de este "bien espiritual para la Iglesia" sí destinan fondos libremente a causas relativas al Camino Neocatecumenal. Es el caso del mantenimiento y la ayuda a las familias en misión. Estas familias son voluntarias que se ofrecen libremente para cumplir la misión del Camino Neocatecumenal, la evangelización, en cualquier parte del mundo. Las comunidades aportan lo que pueden para ayudar a su sustento y necesidades en los territorios de misión.

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