El arzobispo de Iloilo (Filipinas) ha pedido evitar otra tragedia marítima

Actualmente el número de fallecidos es de 31 personas y no hay ningún desaparecido

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Una repentina tormenta sorprendió hace unos días a tres embarcaciones de pasajeros en el mar central de Filipinas. Los botes naufragaron por el potente temporal mientras navegaban entre dos islas del archipiélago. 

Un funcionario ha comunicado las condolencias de la Iglesia Católica a las familias de las víctimas de esta tragedia del mar de Iloilo y ha instado al gobierno a tomar medidas para evitar que un accidente tan "trágico" vuelva a ocurrir.

El arzobispo de Jaro, Mons. José Romeo Lazo, ha expresado su pesar por los hechos. El número de muertos ha aumentado hasta ahora a 31, y ya no hay más desaparecidos, han confirmado las autoridades.

"Nos congregamos con las familias de las víctimas que murieron y simpatizamos con los que sobrevivieron al accidente", ha dicho Lazo. Además, "hacemos un llamamiento al gobierno para que tome medidas inmediatas a fin de evitar que estos accidentes vuelvan a ocurrir", ha añadido.

El gobierno ya ha suspendido a algunos guardacostas y oficiales marítimos en Iloilo y la isla de Guimaras a la espera de una investigación sobre la tragedia. Según se ha informado, se permitió a las lanchas navegar a pesar de las tormentas que se produjeron durante ese día.

El arzobispo ha agradecido a los que ayudaron en las operaciones de búsqueda y recuperación de las víctimas desaparecidas, así como a los que ayudaron a las personas afectadas por la tragedia.

"Continuemos orando por la fuerza del Señor en estos tiempos de gran angustia", ha concluido Lazo. 

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