El profesor que echa por tierra la posición de Unidas Podemos y el PSOE sobre la asignatura de Religión

La reforma educativa que plantea el Gobierno de Pedro Sánchez incluirá una reducción en las horas lectivas de esta asignatura 

Redacción Religión

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¿Qué suponen realmente las clases de Religión? ¿Cuál es su aportación en el sistema educativo? ¿Cómo nos enriquece y nos ayuda a crecer como persona? Sin duda, se trata de la materia más politizada en nuestro país, hasta el punto de que algunos dirigentes han tratado de criminalizarla y tacharla como el gran problema del modelo educativo en España.

Con toda probabilidad, dentro de no muchas semanas este asunto volverá a estar en la primera plana informativa, ya que está previsto que el Consejo de Ministros apruebe próximamente la nueva ley educativa que finiquitará la LOMCE, la única ejecutada por un Gobierno de derechas en Democracia, en este caso por el Ejecutivo de Rajoy.

La reforma educativa incluirá una reducción en las horas lectivas de Religión, la eliminación de la obligación de cursar una materia alternativa y que sea una asignatura no evaluable. Unos puntos que, a juicio del profesor de Religión jubilado y presidente de la Asociación de Maestros de Religión en Andalucía, Rafael Martín, constituye un verdadero error: “Minusvalorar esta asignatura es un planteamiento erróneo y que se hace desde la ideología. Y las escuelas no deben depender de la ideología, ni de izquierdas ni de derechas”.

No son pocos los grupos políticos ubicados a la izquierda del espectro político que, a juzgar por sus argumentos, afirman que la Religión ha de ser una materia que se reciba de manera voluntaria, cuando la libertad de elección está vigente en nuestro país desde la década de los setenta, una vez que la Constitución establecía que España era un país aconfesional: “Ahora algunos buscan fórmulas para huir del Estado aconfesional para que sea laico. A día de hoy somos un país aconfesional. Yo recuerdo que, aún en el Franquismo, tuve un alumno cuyo padre era pastor protestante, y no quería que su hijo recibiera clases de Religión. Conseguimos que quedara exento. Luego, fue el propio padre quien pidió autorización para que su hijo recibiera clases. La diferencia es que a la hora de evaluarle, no incluíamos en su libro escolar la nota de Religión porque estaba exento. Esto ocurrió todavía con Franco vivo”.

Que las clases de Religión es una forma de adoctrinamiento es otro de los mitos interesados que se ha ido extendiendo por parte de determinados sectores, y que desmiente nuestro protagonista: “Es radicalmente falso, porque impartimos un temario aprobado por el Ministerio, y es a lo que nos atenemos. El profesorado necesita una doble titulación para enseñar Religión, sobre todo en la escuela pública, además de la DECA (Declaración Eclesiástica de Competencia Académica). Es un personal muy preparado y que por supuesto no eligen los obispos, sino la administración”.

¿Más 'fake news' en torno a la Religión? La respuesta es sí. Y es que escuchando ciertos argumentos contra la asignatura, podría parecer que es España el único país donde se imparte la materia, cuando el 80% de los países de la Unión Europea la incluyen en su programa lectivo, tal y como recuerda Rafael Martín: “La excepción es Francia, pero porque es un Estado laico. Aquí, en España. La Carta Magna establece que debe colaborar el Estado con la Iglesia, pero no solo con la Católica, sino con aquellas confesiones que mantienen acuerdos con el Gobierno. Por eso, hay que saber de lo que se habla y, a la hora de establecer comparaciones, que sean viables. Cuando se critica desde algunas fuerzas radicales de izquierdas que la Religión debe desaparecer de la escuela, es porque atacan la Constitución”.

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