Los Agustinos recuerdan a San Juan de Sahagún, el santo que inspira a la Orden en España

El santo leonés es patrón de la orden en España, patrón de la ciudad de Salamanca y primer agustino español canonizado

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Cada 12 de junio, la Orden de San Agustín vive un día de fiesta con la celebración del Día de San Juan de Sahagún, patrón de la orden en España, patrón de la ciudad de Salamanca y primer agustino español canonizado. Aunque nació en Sahagún de Campos (León), vivió en Salamanca, donde fue conocido por su capacidad pacificadora entre los bandos de la ciudad y su vida caritativa.

Para recordar quién fue se ha elaborado un vídeo que se ha publicado en los perfiles institucionales de los Agustinos en redes sociales, así como en la página web. El santo agustino da nombre a la nueva provincia agustiniana de España; en ella se integran las que existían hasta el momento de la unión, que fue aprobada por el 186º Capítulo General Ordinario de la Orden de San Agustín (OSA) celebrado en Roma en septiembre de 2019.

17 colegios agustinos y 33 parroquias en Espana

El primer Capítulo Provincial de la nueva Provincia estaba previsto que se celebrara en julio de 2020, pero debido a la crisis del Covid-19, ha quedado suspendido. Actualmente, en la Provincia de San Juan de Sahagún desempeñan su misión evangelizadora casi 400 religiosos agustinos, que viven en 41 comunidades. En nuestro país hay 17 colegios agustinos y 33 parroquias son atendidas por religiosos de la Orden de San Agustín.

Quien era San Juan de Sahagún

San Juan nació en Sahagún de Campos en el año 1430 ó el 1431 y recibió la primera educación de los monjes benedictinos que tenían entonces un monasterio en Sahagún. Se trasladó a Salamanca cuando tenía treinta y tres años para dedicarse al estudio. Allí vistió el hábito como Fr. Juan de Sahagún, el 18 de junio de 1463.

Amaba el estudio, sobre todo el de la Sagrada Escritura. La libertad evangélica de su predicación le acarreó la persecución por la verdad y la justicia. Por su palabra mansa y enérgica a la par, se dice de él que “arrullaba y tronaba a la vez”. Su mediación hizo posible un pacto de perpetua concordia entre dos bandos guerreros que eran signo de discordia y división en la ciudad de Salamanca. Cuando asistían al culto litúrgico los nobles y las autoridades civiles y predicaba Fr. Juan, no dudaba en denunciar el mal gobierno y las injusticias cometidas por los gobernantes.

Junto con Santa Teresa de Jesús, comparte el patronazgo de Salamanca y se le conoce como ángel de la paz. La eucaristía fue la fuente de su fuerza y de su valor. Fray Juan murió en el convento de San Agustín el 11 de junio de 1479, a los cuarenta y nueve años.

“Después de la muerte de este Santo religioso excede de doscientos el número de los milagros que fueron vistos ante su sepulcro”, dice san Alonso de Orozco, testigo de algunos. Fue beatificado en 1601 por Clemente VIII y canonizado el 15 de julio de 1691 por Inocencio XII.

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