Don Luis Argüello, ante la desescalada: "Nos alegra poder recibir de nuevo a parte del pueblo de Dios"

El Secretario General de la Conferencia Episcopal convoca a la ciudadanía a hacer un ejercicio de fraternidad para la reconstrucción del país tras la pandemia

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El Secretario General de la Conferencia Episcopal Española, Don Luis Argüello, ha valorado las medidas anunciadas por el presidente del Gobierno para la progresiva salida del confinamiento al que nos ha sometido la pandemia del coronavirus. La CEE, a través de su Comisión Ejecutiva, ha dirigido un mensaje al pueblo de Dios y a la sociedad española en el que da gracias a Dios por que, poco a poco, la pandemia vaya siendo controlada: "Nos unimos al dolor de tantos y tantos que han sufrido la pérdida de seres queridos y que desean recibir el consuelo y la esperanza que la fe supone en la celebración de las exequias cristianas", remarca el Secretario General.

"Seguimos dando gracias por el trabajo extraordinario realizado por nuestros conciudadanos desde el personal sanitario, personal de limpieza en las calles y tantas otras instituciones. Agradecemos el servicio de presbíteros, consagrados, laicos y otras instituciones eclesiales con presencia en hospitales o cementerios, que han mostrado la presencia del Señor y de su Iglesia".

Y es que Don Luis Argüello ha recordado que la Iglesia no ha estado cerrada en todo este tiempo: "Es verdad que los templos han acogido a un reducido número de fieles, o a veces los propios sacerdotes han tenido que celebrar solos la Eucaristía. Por eso, progresivamente, en la medida en el que se vayan aplicando las diversas fases de desconfinamiento, nos alegra poder recibir de nuevo a parte del pueblo de Dios", subraya.

En cualquier caso, el portavoz y obispo auxiliar de Valladolid apela a la prudencia: "Si deseamos celebrar la Eucaristía como buenos católicos, también como buenos católicos y ciudadanos no queremos contagiar y ser contagiados. Por eso, la Comisión Ejecutiva ha elaborado unas pautas para que en las celebraciones en los templos tengamos en cuenta las medidas organizativas, higiénicas y sanitarias que puedan asegurar en lo posible que no contagiemos ni seamos contagiados. Pero es importante poder celebrar la Eucaristía, porque de ella brota el amor tan necesario en este tiempo. La caridad que nosotros queremos encauzar a través de Cáritas y otras organizaciones eclesiales que quieren ayudar a quienes se ven afectados de manera especial por la crisis económica y social provocada por esta pandemia", reflexiona Argüello.

También de la Eucaristía brota la esperanza que es tan importante ahora que experimentamos la fragilidad y el miedo a la muerte. Porque en la Eucaristía se hace presente, apunta el Secretario General de la CEE, el Misterio Pascual, la Muerte y Resurrección de Cristo: "La Eucaristía en la que rezamos el Padre Nuestro nos convoca un ejercicio de fraternidad, por eso hacemos un llamamiento a los partidos, empresarios, sindicatos y otras organizaciones y ciudadanos en general, a aliarnos de verdad para reconstruir el tejido económico, social y el sentido mismo de nuestra existencia en el futuro".

Haciendo referencia al Papa Francisco, Don Luis Argüello ha abogado por impulsar un plan para resucitar: "También queremos ponernos en manos de nuestra madre la Virgen Inmaculada, patrona de España, para que interceda por nosotros y el Espíritu Santo nos ilumine para descubrir las llamadas que se nos hace a esta hora, también ilumine a científicos para buscar remedios a esta pandemia e ilumine la caridad del pueblo santo de Dios y de los ciudadanos para impulsar juntos una alianza por el bien común", remarca el obispo auxiliar de Valladolid.

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